El virus del Tenerife son las roturas musculares y no hay cura que lo remedie. Al menos, de momento. Asegura Luis Miguel Ramis que también otros equipos acusan problemas en la enfermería a estas alturas de la temporada, pero ninguno con la misma incidencia en demarcaciones capitales y de forma tan consecutiva. Como si fuesen una cascada, las malas noticias se han cebado con el representativo en este segmento inicial de la competición. Tanto es así que el cuadro técnico apenas ha podido dar continuidad a algunos futbolistas y solo cuatro contabilizan todos los minutos jugados en las cuatro primeras jornadas.
Son el portero Juan Soriano, los laterales Nacho Martínez y Jeremy Mellot; y el delantero centro Enric Gallego los que han podido sentirse partícipes de todos los compromisos ligueros del Tenerife de principio a fin. En otros casos, han sido las sanciones las que han impedido jugar a futbolistas tan relevantes en los planes de Ramis como Alexandre Corredera o Aitor Sanz, expulsados ante Lugo y Levante, respectivamente; aunque el problema capital para el entrenador en el momento actual son las lesiones musculares. La última, la de Sergio González.
Los problemas en la enfermería provienen del verano y de la pretemporada exprés a la que se vio abocado el representativo. Con unas vacaciones muy cortas y la fatiga mental que propició un desenlace amargo como el acaecido ante el Girona, desde la dirección deportiva blanquiazul tuvieron que rearmar el calendario estival de amistosos y hasta cambiar las fechas de su concentración en Pinatar. Lo que no esperaban era una sangría de extraordinarias dimensiones en el episodio de lesiones.
Jugadores como Enric Gallego o Borja Garcés fueron los primeros en aparecer en los partes médicos del verano. De hecho, apenas tuvieron minutos en los test de pretemporada. «Por precaución», explicó Ramis, quien pronto se convirtió en el mejor portavoz del plantel ante la falta de transparencia que ofrece la información vertida por los canales oficiales. En cuanto al melillense, llegó a referirse a sus molestias como «muy peligrosas», de ahí que su estreno se retardase hasta la cuarta jornada del campeonato.
Las lesiones, casi todas musculares, afectan a todas las líneas. En defensa han tenido como último damnificado a un hombre que el curso pasado apenas tuvo contingencias de ninguna clase, José León Bernal, hasta el punto de que inscribió su nombre entre los jugadores con más protagonismo y regularidad de todo el campeonato. El zaguero ya faltó ante el Racing y seguramente no se le vea sobre el verde hasta dentro de varias semanas. Lo mismo ocurre con José Ángel Jurado, que estaba anotado amplias dosis de protagonismo hasta que también cayó en la enfermería. Su caso es significativo, porque el propio Ramis admite que tuvo que forzar con él en Valencia ante la falta de efectivos en su demarcación.
También fuera de combate está Elady Zorrilla, crucial durante la primera mitad de la temporada pasada; y lastrado por una rotura fibrilar. El primer diagnóstico apunta a una baja larga que ya se extiende por varias semanas. Lo que nadie podía sospechar es que todavía habría margen para más infortunios, el más reciente con otro valladar blanquiazul. Es Sergio González, que se sometió a pruebas para conocer el alcance de una lesión de la misma tipología que las de sus compañeros: rotura miofascial. Mientras, Ramis ya no descarta que Sam Shashoua vaya al quirófano.
