Sin canarios en la primera jornada y sin canarios en la segunda. Luis Miguel Ramis conformó para el debut en Ipurua una alineación compuesta por ocho peninsulares y tres futbolistas foráneos; mientras que para el primer compromiso en el Heliodoro apostó por idéntica combinación.

La orfandad de referentes canarios es una realidad irrefutable en el proyecto del CD Tenerife, que ha ido perdiendo capital isleño con el paso de los años. Los más relevantes, Vitolo y Dani Hernández, que incluso llegaron a ser capitanes; o Alberto Jiménez, que logró incrustar su nombre entre los futbolistas del equipo con mayor cuota de protagonismo.

El porcentaje de minutos para los jugadores nacidos en el Archipiélago fue ínfimo en la derrota frente al Eibar, con margen tan solo para Teto y Ethyan, en el caso de éste último de forma testimonial; y frente al Lugo la tendencia se confirmó. Frente a los números que acreditan la creciente pérdida de protagonismo de la cantera, la directiva no apunta a Sesé Rivero; más bien al contrario, ha apostado por su permanencia. Entretanto, para encontrar chicharreros con protagonismo en Segunda hay que mirar a la orilla vecina: Las Palmas jugó el lunes con siete canarios, entre ellos Moleiro o Clemente, nacidos en Tenerife.