La última vez que se sentó en el banquillo local del Heliodoro Rodríguez López, fue con un estadio lleno y la oportunidad de llevar al Tenerife a Primera División. Mañana, Luis Miguel Ramis volverá a ese mismo puesto de trabajo con el contador casi a cero en una nueva temporada. Lo hará para dirigir a su equipo en el encuentro de la segunda jornada de la Liga 22/23, contra el Lugo. El contexto será diferente, pero espera que el ambiente no lo sea tanto. «Espero el mejor posible», reconoció ayer.
«Todo lo que sea acercarnos a lo que vivimos en el último tramo de la campaña pasada, será una buena noticia», opinó refiriéndose al auge del tinerfeñismo coincidiendo con la participación del representativo en la promoción de ascenso. Ramis tomó como referencia el número de abonados en la semana del estreno en casa, superior a los 10 mil, y comentó que la consolidación del «ambiente» vivido en el playoff «es posible» en la campaña recién iniciada. «Eso indica que la gente vuelve a estar ilusionada», añadió como conclusión. «Y no puede ser de otra forma, porque está viendo que somos capaces de competir en esta categoría y de pelear por objetivos importantes», comentó convencido de que el público va a «acompañar» al equipo en esta aventura, sabiendo que «el camino es largo» y que «cuesta muchísimo» llegar tan lejos como en el ejercicio anterior. «Todo esto nos reconforta y no ayuda mucho», reconoció.
El entrenador afirmó que ha sido «importante» que el proyecto que estuvo a punto de terminar en el ascenso a Primera, no haya sufrido una ruptura en cuanto a cambios en el cuadro técnico y en la plantilla. «Es importante que el mensaje se sepa, eso es una ventaja, porque ya hay un trabajo hecho», continuó Ramis. «Tenemos las cosas claras y vamos evolucionando y conociendo un poco más al equipo, e intentamos exprimirlo un poco más para sacar más cosas», dijo resumiendo la «labor» que tienen los entrenadores. «Esa es nuestra responsabilidad, con muchos o pocos cambios de jugadores», argumentó el jefe de un cuadro técnico que es «inflexible en algunas cosas y flexible» en lo que considera que se puede mejorar. «Traemos futbolistas para complementar, mejorar y ofrecer más cosas de las que queremos, para seguir en evolución, es lo que hacemos en el trabajo diario», dijo.
En cuanto al rival de mañana, el Lugo, que perdió en el debut ante el Albacete (1-2), recordó que «todos los equipos» intentan realizar «ajustes» al comienzo de cada temporada. «Pero todos somos conjuntos de Segunda División y vamos a pelear por nuestros objetivos; y el Lugo es un equipo que lleva muchísimos años en la categoría, que la conoce y que tiene jugadores con mucho recorrido», destacó el entrenador del Tenerife sin dudar de que el duelo de la segunda jornada será «complicado».
Bajas en el rival
El Lugo viajará hoy a la Isla con las bajas seguras, por lesión, del central brasileño Bruno Pirri y del lateral ucraniano Orest Lebedenko. Pirri no llegó a ser inscrito para la primera jornada de Liga, al igual que Marc Carbó y Patrick Sequeira. De estos tres, ayer quedó pendiente el trámite con LaLiga correspondiente al portero costarricense Sequeira.
