Waldo Rubio Marín (Badajoz, 17/8/1995) jugará en el Tenerife en la recién iniciada temporada. En realidad, lo hará también en la siguiente, según queda reflejado en el contrato que aceptó firmar después de desvincularse de su anterior club, el Real Valladolid. Con la operación cerrada, el extremo viajó este jueves a la Isla con la idea de pasar los reconocimientos médicos –informó la Ser– e integrarse cuanto antes en la rutina de trabajo del equipo de Luis Miguel Ramis.

Con este fichaje, pendiente solo de la confirmación del club para que sea oficial, el Tenerife llega a seis este verano. Antes se habían incorporado a la plantilla el portero Javi Díaz, el lateral Nacho Martínez, el centrocampista José Ángel Jurado, el extremo Mohammed Dauda y el delantero Borja Garcés. Con Waldo Rubio aumentará el potencial ofensivo del Tenerife. Se trata de un futbolista diestro que está acostumbrado a desenvolverse como extremo izquierdo, aunque también cumple en el costado opuesto. En definitiva, se ajusta a la polivalencia que siempre intenta buscar el director deportivo Juan Carlos Cordero.

Rubio entró en el Valladolid en el verano de 2018 para jugar en el filial, que competía en ese entonces en Segunda B. Antes había cogido rodaje en esa categoría en el Recreativo y en el Córdoba B. En esa etapa llegó a disputar dos partidos en Segunda División con el primer equipo del Córdoba. Debutó en enero de 2018 en una visita al Cádiz y repitió en la jornada siguiente contra el Albacete en El Arcángel. Su aterrizaje en el equipo pucelano fue prometedor:24 partidos y seis goles en la campaña 2018/19 –en Segunda B–.

Con rendimiento consiguió llamar la atención del técnico del plantel profesional, Sergio González –ahora en el Cádiz–, que no dudó en darle minutos en Primera. Ahí, Waldo no desentonó: ocho encuentros, la mitad como titular, y un tanto con el premio de tres puntos ante el Athletic. En el ejercicio posterior fue a más, ya como integrante de la primera plantilla. Cerró el curso con 24 actuaciones entre Liga y Copa del Rey. En esta segunda competición sufrió la eliminación contra el Tenerife en los dieciseisavos de final (2-1), el 22 de enero de 2020.

Cuando parecía que Waldo ya había conseguido lo más difícil, hacerse un hueco en Primera, su carrera se estancó en la campaña 20/21, la del descenso del Valladolid. Participó muy poco, no pasó de los diez partidos en Liga. Fue un indicio de lo que acabaría pasando unos meses más tarde, su salida del club. Rubio no perdió su contrato, con vigencia hasta junio de 2023, y se marchó cedido al Brujas, de la máxima categoría de Bélgica. El extremo pacense entró con fuerza en la Jupiter Pro League. En las diez primeras fechas ya había firmado dos tantos. Pero no pudo llegar mucho más lejos. En diciembre sufrió una rotura en el cuádriceps que le obligó a pasar por el quirófano. Este inconveniente provocó la ruptura de su estancia en el Brujas y su regreso al Valladolid, con el que completó la temporada 2021/22 sin ficha. Al cierre de ese ejercicio, con el equipo blanquivioleta de nuevo en Primera, tenía claro que su carrera debía continuar en otro lugar.