El entrenador del CD Tenerife, Luis Miguel Ramis, aseguró ayer en el transcurso de la primera rueda de prensa previa al debut liguero del equipo ante el Éibar (sábado, 16:00 horas) que en ningún caso «me da miedo marcarnos exigencias porque la tengo desde el primer día», en relación a la temporada que comienza. Sobre ello explicó que «siempre hemos tratado de ser lo más profesionales posibles desde que llegamos, pero un equipo que no tenga exigencias es un equipo mediocre y nosotros estamos más que capacitados para afrontarlas», una idea que refuerza las expectativas que se han creado en torno al grupo antes del comienzo de la temporada 2022/23, deslizó.

Es consciente de que por parte de distintos sectores deportivos y sociales se harán comparaciones entre la temporada anterior y la actual, algo que realmente no le preocupa, ya que «para mí el mirar para atrás es una completa alegría por haber podido disfrutar de toda esta situación positiva durante tantos meses. Es una gran noticia». No obstante recalcó que esas comparaciones que se podrían producir «no me van a beneficiar, pero estoy preparado para ello».

El tarraconense puso en valor la pretemporada que ha realizado su equipo en las semanas de concentración en la Península y, sobre ellas, reconoció estar «completamente satisfecho del rendimiento a nivel colectivo e individual» que han tenido sus jugadores en este periodo, ya que de forma general ellos «han entendido la idea, el sentimiento y el camino; y lo más difícil me queda a mí, que es que se refleje en la competición y nos volvamos a convertir en un equipo importante dentro de la categoría».

Quiso hacer hincapié, no obstante, en que «esta pretemporada ha tenido matices importantes, hemos estado concentrados dos semanas, pero con menos tiempo de preparación», lo que ha incidido directamente en la resolución de problemas que hayan podido tener los jugadores. «Han sido molestias, descansos, repartos de minutos y cargas», pero se mostró satisfecho de cómo se han resuelto.

De cara a este ejercicio, Luis Miguel Ramis explicó que uno de sus mayores miedos era cómo se habían tomado los jugadores «la decepción» de haberse quedado a un paso del ascenso a la Primera División, confesando que «mi mayor temor era la parte emocional con la que se habían quedado, por el poco tiempo desde el final de temporada a esta, pero he visto a los nuestros muy bien, con predisposición de hacerlo bien».

En base a ello, el técnico no dudó en afirmar que durante la concentración «los jugadores no me han dado síntomas de estar cansados. La concentración de Pinatar Arena ha servido para estar juntos, jugar partidos y hacer convivencia. En lo que se refiere al aspecto físico, creo que estamos bien. En el mental muy bien, con ilusiones renovadas de cara al nuevo ejercicio que comienza. Creo que podemos mejorar a lo largo de la semana y seguramente lo haremos», añadió el mister con cierto optimismo.

Objetivos intactos

El tarraconense quiso dejar el mensaje claro de que los objetivos del club se mantienen intactos, así como la ambición mostrada durante toda la temporada pasada. Sobre ello explicó que «aspiramos a lo mismo, claro que sí. Queremos hacer cosas importantes e ilusionar a la gente, que es de nuevo el objetivo».

«Me remonto a hace un año y medio cuando llegué al Tenerife y el mensaje fue bastante claro: Hacer sentir importante al equipo, que la gente vea a su club peleando por arriba en vez de por abajo. ¿Hasta dónde? -se preguntó- Pues no lo sé», dijo.

A colación de esa idea explicó que «ningún equipo de la competición puede decir que va a pelear por las dos primeras posiciones o las seis primeras, pero la ilusión de todos nosotros no es otra que intentar posicionarlo en la categoría que tiene. Y eso hará que el estadio se llene cada 15 días y pueda competir como creemos que puede hacerlo».

El rival del debut de los tinerfeños en la 2022/23 es el SDÉibar, con el que jugará este sábado a partir de las 16:00 horas, en Ipurúa. Sobre el equipo guipuzcoano resaltó sus poderes, así como la importancia de empezar bien en la competición contra ellos: «Es importante arrancar bien y somos conscientes de la dificultad del partido y el que juguemos en cualquier campo, pero la intención es siempre empezar a competir bien y teniendo las ideas claras en el campo. Los partidos exigen rigor y más con la SDÉibar».

Hay que dar el primer paso en esa dirección, «pero es un partido importante pero no definitivo. Mantiene a muchos jugadores del año pasado y tiene una estructura parecida en el campo con respecto a la campaña anterior. Es un grupo bien trabajado y con muy buenas individualidades».

Recordó que «ya fue muy difícil el año pasado; tiene mecanismos muy marcados y es un conjunto sólido, maduro y con experiencia en defensa, muy en la línea de un entrenador como es Gizka Garitano, con lo que el Éibar vuelve a ser un candidato a pelear por objetivos importantes», apuntó Luis Miguel Ramis a modo de conclusión.