Un extremo diestro, pero sin descartar que sean dos. El CD Tenerife se afana estos días en buscar un futbolista de garantías para una demarcación que ha quedado huérfana tras la consentida salida de Rubén Díez, que puso rumbo al Deportivo; y que obliga al cuadro técnico a experimentar soluciones de emergencia, como así se vio en el amistoso que cerró la pretemporada ante el Cartagena.

Apuntalar este puesto se ha convertido en un objetivo primordial para Juan Carlos Cordero, como así ya verbalizó el director deportivo en sus últimas comparecencias públicas. La más reciente fue para presentar a Mo Dauda y desde entonces no ha habido más noticias en el episodio de incorporaciones. Este parón estaba previsto en la hoja de ruta del profesional cartagenero, que ha logrado sofocar todas las carencias urgentes, y ahora confía en solventar también ésta.

El club depende de su constreñido margen financiero para hacer tantos movimientos como quisiera. En este sentido, la vicepresidenta de la entidad, Milagros Luis Brito, manifestaba esta misma semana su resignación al respecto. «El tope salarial es el que es», indicó en una entrevista en la SER, pero a continuación matizó que tiene «plena confianza en quienes se ocupan de los fichajes y de la parte deportiva, que son Cordero y Ramis».

La posición en la tabla clasificatoria del representativo al cierre del pasado curso (5º) dispara los ingresos, pero no tanto como pudiera parecer. Otros clubes cuentan con la inyección mayúscula de su alto número de abonados, que en algunos casos cuadriplica en estos momentos al del Tenerife. Y cierto es que el representativo ha formalizado una venta millonaria (la de Shaq Moore a Nashville), pero el incremento que ésta produce en el margen económico de los blanquiazules solo sirve para situarles en parámetros semejantes a los del curso pasado, cuando se daba un efecto suflé producido por el fondo CVC, que ahora ya desaparece.

Así que el Tenerife depende del coste de su primer extremo para definir si puede fichar a otro más, y así generar competencia en un puesto donde ya halló problemas durante la campaña pasada. Desde que comenzó el mercado, uno de los propósitos principales del área deportiva ha sido elevar el nivel del ataque por los costados. Y de ahí que viniera Dauda y se negociara con Bela, que finalmente se decantó por una oferta sensiblemente superior de la liga gala.

Si se cumpliese la hoja de ruta inicialmente programada por el club, la cifra actual de refuerzos (cinco) podría doblarse y acercarse a diez si se acometen fichajes en todas las parcelas donde el staff de Cordero ya trabaja por si surgiesen opciones de mejora: los laterales, donde la alternativa sería dar carrete a Yeremy y David; el mediocampo, donde hay déficit por las lesiones de Javi Alonso y Larrea; y la mediapunta, donde Teto podría ser una solución.