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CD Tenerife busca tercer capitán

A Sipcic o Shashoua les corresponde, por antigüedad, el brazalete de Dani

Nikola Sipcic, durante el partido del miércoles con el brazalete de capitán blanquiazul. CD TENERIFE

Una de las incógnitas que tradicionalmente se resuelven durante las concentraciones de pretemporada es la identidad de los capitanes de cada equipo. En el CD Tenerife siempre fue tradición que hubiera hasta cuatro, encargados no solo de portar el característico brazalete distintivo en los partidos del representativo; también responsables de defender los intereses colectivos ante cualquier otro estamento externo o de la propia institución. Por ejemplo, la negociación de las primas.

En el conjunto blanquiazul hace tiempo que son indispensables e incuestionables en el grupo de capitanes dos emblemas como Aitor Sanz y Carlos Ruiz, ambos con un lugar ilustre entre los diez futbolistas de la historia blanquiazul con más partidos disputados. El madrileño, con 301 por delante de David Amaral; y el granadino de Baza, con 272, igualado con Álvaro Hernández y próximo a seguir escalando posiciones en el escalafón tinerfeñista.

Ya el año pasado el número de capitanes se redujo a tres, con Dani Hernández completando el selecto grupo de representantes del plantel. Ahora, la salida del cancerbero (rumbo a Fuenlabrada, tras cerrar una muy larga etapa en el Tenerife) obliga a nombrar a un sucesor. Y hay dos futbolistas en nómina con la antigüedad suficiente para relevarle con plenas garantías.

El primero de ellos es Nikola Sipcic, que ya ha ejercido la capitanía en algunas ocasiones –cuando no han estado Aitor ni Carlos sobre el terreno de juego– y al que ya se vio con el brazalete el pasado miércoles en el penúltimo de los amistosos de pretemporada contra el Real Murcia durante la segunda mitad del envite. Ni el primer capitán ni el segundo estaban sobre el verde, así que le tocó al internacional montenegrino hacer las funciones que ellos acostumbran.

Aunque el nombramiento aún no es oficial, es Sipcic el favorito para ser ungido como tercer capitán blanquiazul durante el venidero curso liguero. Comparte años de antigüedad con otro futbolista muy apreciado por el vestuario, Samuel Shashoua, que llegó a la par que el central balcánico de la mano de Víctor Moreno. En ambos casos, los dos jugadores traídos al Tenerife por el profesional conquense fueron renovados por el actual director deportivo, Juan Carlos Cordero, quien ha elogiado en público y en numerosas ocasiones el compromiso y talento que han puesto al servicio del colectivo. De Sam, ha llegado a decir que está convencido de que «éste será su año».

Los últimos capitanes

Ocurre la mayoría de las veces (en el Tenerife y en el resto de equipos de LaLiga) que a los capitanes se les escoge por sus años en el club. Los que más tiempo llevan, esos son. Pero hay excepciones. Por ejemplo, la vez que resultó nombrado Víctor Añino, Vitolo, fue consecuencia de una votación entre los componentes del plantel. Por aquel entonces, el capitán titular era Suso Santana, el último tinerfeño en ostentar tan alta responsabilidad.

Antes que el tacuense ejercieron la representatividad y portavocía del grupo otros dos símbolos del tinerfeñismo. Desde la caída a Segunda B, el gallego Sergio Aragoneses, portero con mayor número de comparecencias oficiales con el club; y antes, un icono como Cristo Marrero, que tuvo el honor de llevarse a casa el balón del último ascenso a Primera, en Montilivi, y ser capitán en aquel suceso histórico para el Tenerife.

No obstante, no siempre es la antigüedad el valor que más se tiene en cuenta para elegir a un capitán. Se da la circunstancia de que en la primera temporada con Miguel Concepción a los mandos se produjo una de las designaciones más llamativas que ha habido en la capitanía blanquiazul, la de un argentino de nombre Andrés San Martín, que apenas duró seis meses. Ahora bien, mucho antes otra elección sorprendente –en la temporada de otro ascenso, el de Butarque con Benítez en el banquillo– se confirmó con el tiempo como una decisión absolutamente acertada. La de hacer primer capitán blanquiazul a un recién llegado al club como José Luis Martí. La determinación la tomó su entrenador, el balear se convirtió en un peso pesado del grupo y, pese a las reticencias iniciales de los más veteranos, se hizo con un hueco no solo en la historia de aquella feliz campaña. También en la vida de este club ahora centenario, y que pronto oficializará quiénes son sus tres (o cuatro) capitanes en un momento tan entrañable como el de soplar las 100 velas.

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