Compromiso asegurado, ilusión intacta y muchas ganas de triunfar de blanquiazul. Nikola Sipcic, uno de los futbolistas que cerró el curso pasado con la etiqueta de suplente, ha recibido este verano una suculenta y muy interesante oferta foránea que ya ha desestimado. Fue un club de la primera división belga el que tocó a las puertas de su representante, que enseguida trasladó el interés a su cliente, quien dijo no.

Sipcic apenas quiso escuchar las condiciones económicas o deportivas del destino de máxima categoría que le esperaba a miles de kilómetros de distancia. Su vinculación con el representativo –emprendida por Víctor Moreno y renovada bajo dirección de Juan Carlos Cordero– no se ha quebrantado ni sufrido desgaste alguno con el paso del tiempo, tampoco por las decisiones adoptadas por Luis Miguel Ramis durante el curso pasado, cuando prefirió la mayoría de las veces a Carlos Ruiz o a Sergio González como acompañantes de un incombustible José León, que se perfila nuevamente indiscutible en la titularidad.

En breve conversación con EL DÍA, el agente del futbolista confirma en pocas palabras los deseos y la inequívoca intención de su representado: «El jugador prefiere quedarse». Cuatro palabras que zanjan cualquier duda, debate o controversia. «Nikola se queda», reitera el exfutbolista y ahora intermediario Ardian Djojak, quien agrega que el central «está feliz en la Isla y tiene dos años más de contrato», además con una elevada cláusula de rescisión. Sin confirmar la identidad del club que llamó a su puerta, el representante prefiere centrarse en el futuro más inmediato del balcánico. «Está contentísimo, es lo único que te puedo decir», subraya.

Sipcic disputó 30 partidos durante el último ejercicio futbolístico, cuatro menos que un año antes. No obstante, fue en su cuota de titularidades donde vio drásticamente reducido su protagonismo. De aunar 32 comparecencias en el once inicial en la temporada 2019/20, apenas llegó a 17 en la liga que casi acaba con el ascenso del Tenerife. No obstante, hubo un acontecimiento en su trayectoria deportiva que logró revalorizar al central blanquiazul, como así demuestra la interesante propuesta recibida desde la Pro League belga: su estreno como internacional absoluto, que firmó bajo bandera de Montenegro.

Ahora con un mayor mercado y tras un sueño cumplido, lo que demuestra la decisión de Sipcic es que está plenamente identificado con Tenerife y con el Tenerife. Lo mismo que otros jugadores que también han recibido cantos de sirena de equipos de superior categoría y han decidido quedarse. De hecho, la única salida sellada hasta la fecha fue la de Shaq Moore (a la MLS estadounidense)y está plenamente justificada por dos motivos:su voluntad de irse para conservar opciones reales de ir convocado al Mundial de Catar;y la necesidad de suscribir una venta por parte del Tenerife, para así elevar su margen financiero hasta las cotas del curso anterior, donde existía el estirón del fondo CVC que ya desaparece del tope salarial para la venidera campaña.

Baluartes imprescindibles

Uno de los grandes logros de la dirección deportiva durante el tiempo transcurrido desde la finalización del campeonato anterior, más allá de la valía que se le presupone a las nuevas incorporaciones, tiene que ver con la permanencia en el proyecto de los principales baluartes del curso previo. Así, futbolistas como Alexandre Corredera –al que hace una estrecha vigilancia un Primera como el Valencia–, la revelación Mellot o el segundo portero que mejores dígitos acreditó en el torneo de plata, Juan Soriano, siguen bajo tutela de Ramis con la intención de lograr al segundo intento el ascenso que se esfumó en la vuelta de la final contra el Girona. A diferencia de 2017, cuando salieron hombres relevantes del equipo que rozó la gloria en Getafe (Amath, Shibasaki, Lozano...), la estabilidad se ha convertido en una seña de identidad en un Tenerife que aspira a ser una versión mejorada del que casi asciende en el mes de junio.