Hace un año, a estas alturas del verano, Enric Gallego todavía no era jugador del Tenerife. Su fichaje se cerró el 24 de agosto, cuando el equipo ya había disputado dos partidos de Liga, contra el Fuenlabrada y el Sporting. El debut del delantero no tardó en llegar. En la tercera fecha tuvo sus primeros minutos como blanquiazul. Desde ese estreno, en el estadio Carlos Tartiere, hasta el final de la temporada, participó en 38 encuentros más, 31 como titular, y marcó doce goles contando los dos que anotó en el derbi de la promoción de ascenso a Primera.

Su protagonismo habría sido incluso mayor si no se hubiera perdido un mes de Liga, el de octubre, como consecuencia de un esguince de tobillo. En definitiva, a pesar de unirse al equipo con la competición iniciada y de ese contratiempo, acabó como el máximo goleador del Tenerife, sumando los tantos en Liga y en el playoff.

Ahora, Enric parte con la ventaja de haber comenzado de cero desde el primer día de trabajo en la puesta a punto para la nueva temporada. Y para ir afinando la puntería, marcó en los dos ensayos jugados por el Tenerife, uno al Tenisca y otro al Atlético Paso.

Para Gallego, no es ninguna novedad tener que ganarle el pulso a las adversidades. Un tipo duro. La capacidad de adaptación ha sido una de sus señas de identidad, siempre con la garantía del gol. De hecho, desde que logró salir de la desaparecida Segunda B tras destacar en el Cornellá, apenas ha podido disfrutado de un ejercicio completo. Fue fichado por el Extremadura en enero de 2018 –todavía en Segunda B– e inició la campaña posterior en el conjunto de Almendralejo –ya en LaLiga Smartbank–, pero también cambió de destino en la mitad del calendario de la 18/19, esta vez para dar el salto a Primera de la mano del Huesca. Sus 15 goles con el Extremadura en 19 partidos convirtieron Enric en uno de los delanteros de moda. La temporada 19/20 también fue de cambios. Empezó en Getafe y terminó en Pamplona. Su etapa en el Osasuna sí le aportó un poco de estabilidad, pero tampoco tanta. Al menos, una campaña y media en el mismo lugar.

Ahora se adentra en su segunda temporada en el Tenerife –la última, a no ser que se gane la renovación de su contrato– avalado por la experiencia de la anterior y dispuesto a mejorar sus registros.

«Al venir, tomé la decisión correcta»

La implicación de Enric Gallego quedó reforzada con sus últimas declaraciones a los medios de comunicación del club. «Al venir al Tenerife, tomé la decisión correcta», reconoció el delantero. «Y la volvería a tomar», remarcó para admitir luego que pudo haberlo hecho «un poco mejor» la temporada pasada, pero la lesión que sufrió en octubre le cortó el ritmo en esa fase del calendario. En cualquier caso, aseguró que está «contento» en el Tenerife. «Quiero seguir aquí, trabajando y dándole alegrías a la afición», afirmó antes de dirigir su mirada al curso venidero. «Ya tenemos una base del año pasado y somos conscientes de lo que hemos hecho y de lo que nos viene por delante», comentó Gallego. En cuanto a las sensaciones de este verano, confesó que se está encontrando «bien» después de haber «desconectado» durante las vacaciones. «La cosa va bien», dijo.