La construcción de la nueva plantilla del Tenerife, iniciada por Juan Carlos Cordero con las renovaciones de los capitanes Aitor Sanz y Carlos Ruiz y con el reciente fichaje del centrocampista José Ángel Jurado, avanza en paralelo a la operación salida de jugadores que no entran en los planes del director deportivo, y tampoco del entrenador Luis Miguel Ramis. La primera baja de este verano de un futbolista con contrato se produjo este lunes y dejó fuera del club a José Luis Moreno. Sí, Joselu, aquel delantero que llegó al representativo cedido por el Oviedo en el mercado de enero de 2020, seguía perteneciendo al Tenerife.

La relación laboral entre las partes finalizó un año antes de lo previsto. El futbolista onubense, de 31 años de edad, tenía contrato hasta el 30 de junio de 2023, vínculo que se ganó después de que el equipo blanquiazul consiguiera la permanencia al final de la temporada 19/20. Así, Joselu pasó de ser blanquiazul a préstamo, a formar parte del plantel en propiedad durante tres campañas más.

De más a menos. El estreno del atacante andaluz en el Tenerife fue prometedor:cuatro partidos y el mismo número de goles en enero de 2020, un tramo en el que aprovechó las eliminatorias de la Copa del Rey ante el Valladolid y el Athletic para poner de manifiesto su pegada. Joselu debutó contra los blanquivioletas sentando las bases de una remontada (2-1) y firmó un doblete en el duelo con el Athletic (3-3). Apenas tres días más tarde, amplió su cuenta con otro tanto, de nuevo en el Heliodoro, pero esta vez en Liga y teniendo al Sporting como rival.

De ahí en adelante, completó la Liga 19/20 siendo titular habitual, aunque su producción se redujo. Joselu era el primero en avisar que le iba a resultar imposible mantener un ritmo goleador tan alto. Así fue. En los quince encuentros posteriores, todos de Liga, solo pudo anotar una vez más, en la victoria tinerfeña en El Sardinero (1-2).

Un papel secundario. En la temporada siguiente, Joselu terminó de diluirse como futbolista blanquiazul. Ya no estaba Rubén Baraja en el banquillo, sino Fran Fernández. Y la competencia había aumentado con el fichaje de Fran Sol. En definitiva, su papel fue secundario tanto con Fran como con Luis Miguel Ramis: 24 partidos, entre Liga y Copa, y ningún gol. A mitad de curso, asomado a la ventana de invierno, Juan Carlos Cordero trató de buscarle una salida, pero el futbolista prefirió quedarse en el equipo. Ya en el mercado de verano de 2021, el director deportivo sí tuvo éxito y convenció a Joselu para que hiciera las maletas y se uniera al Lugo a préstamo. El 9 de agosto del año pasado se confirmó su cesión a un equipo en el que había triunfado, proclamándose máximo anotador de Segunda División, con 23 goles, en la temporada 2016/2017. Su regreso al club del Anxo Carro no empezó nada mal. Marcó de penalti en la primera jornada, en un empate en el campo del Oviedo. Pero Joselu no llegó a afianzarse en las alineaciones y fue alternando algunas presencias como suplente con muy pocas como titular y mucho banquillo. Así, llegó a firmar su última diana del curso el 3 de noviembre en Anduva (3-2).

Los problemas físicos fueron su peor enemigo a lo largo de la segunda vuelta. Terminó tocando fondo a comienzos de abril por una lesión de menisco que le obligó a pasar por el quirófano y, en consecuencia, a despedirse de la competición en la campaña 21/22.

Desenlace. Aunque no lo llegó a admitir abiertamente en la rueda de prensa que ofreció el pasado 23 de junio, se dio por hecho que la baja definitiva de Joselu iba a estar entre las prioridades de Cordero a la hora de diseñar la plantilla 22/23. Ayer se produjo ese desenlace sin que el futbolista se viera en la necesidad de iniciar la pretemporada en un equipo en el que no iba a jugar. La operación llegada comenzó con Jurado y la de salida, con Joselu. En ambos casos aún queda mucho trabajo por delante en las oficinas del Heliodoro.