Desilusión, pena, desencanto, frustración... Aunque el escenario y el ambiente parecían los más propicios para festejar el ascenso, el fútbol no se conjuró esta vez con los blanquiazules. Desde las soluciones con balón hasta la gestión de los estados de ánimo, pasando también por el factor de la fortuna, un partido de fútbol encierra una mezcla de momentos sobre los que un grupo de entrenadores y exfutbolistas reflexionan, en un intento de analizar lo sucedido anoche en el estadio Heliodoro Rodríguez López.
Pocos minutos después del pitido final, y aún con el corazón latiendo acelerado, David Amaral confesaba que había sido «un varapalo; la verdad es que no me lo esperaba». Reconoció que el rival había estado «muy ordenado; ellos han llevado el peso del partido». Sin embargo, subraya que acaso «el Tenerife se haya sentido demasiado presionado», concediéndole a su oponente la iniciativa del juego. Es más, «cuando mejor estaba llegó la jugada desgraciada del gol», lo que provocó precipitación e imprecisión. Amaral lamentaba la frustración, «porque se había concentrado mucho sentimiento blanquiazul, mucha ilusión por el ascenso».
Otro técnico, Quico de Diego, considera que, sabedor de que le valía con el empate, «el Tenerife le cedió el protagonismo con la pelota al rival», de forma que cuando se vio por detrás en el marcador «no le quedó otra que irse arriba». A su juicio, y admitiendo que el Girona «tiene más soluciones futbolísticas y es más versátil que el Tenerife», también se encontró con «la suerte de cara», logrando sus goles en un penalti, un rechace y una falta mal defendida. Con todo hizo un llamamiento a «seguir insistiendo en el objetivo la próxima temporada».
Un histórico futbolista, el lagunero Eduardo Ramos, sostiene que «el Girona fue mejor» y destaca además la calidad de su plantel, «con jugadores de enorme categoría». Desde su perspectiva, «no es lo mismo un partido de Liga regular que una eliminatoria de playoff» y ahí han sido superiores.
Otro recordado jugador, Isidro García, subraya que en este tipo de choques, tan trascendentes, «los momentos cuentan y fueron para el Girona, que tuvo el factor suerte a su favor», además «cuando el Tenerife se estaba metiendo en el partido. Una pena», concluye.
Por último, otro exblanquiazul, Víctor Añino Vitolo, entiende que «intervienen muchos detalles» y señala cómo «ellos marcaron en los minutos clave» y el nerviosismo atenazó al Tenerife. «Ahora sólo queda levantarse, volver a planificar e intentarlo de nuevo».