En las filas del Girona hay un par de exblanquiazules, uno de ellos ausente en el anterior partido que el cuadro rojiblanco disputó en liga en el Heliodoro Rodríguez López. Adrián Ortolá faltó en el duelo de noviembre porque en la jornada anterior había sido expulsado desde el banquillo.

Por aquel entonces, la roja directa que vio –sin jugar– contra el Fuenlabrada desató todo tipo de especulaciones. «Salió del banquillo protestando de forma ostensible y reiterada una decisión mía, habiendo sido advertido previamente», anotó en su acta el árbitro respecto a una airada queja del arquero que se produjo en el tiempo de prolongación.

Ortolá se evitó así el viaje a Tenerife, donde no tuvo la suerte que le habría gustado. Estaba siendo indiscutible en la titularidad cuando llegó un derbi contra Las Palmas y el catalán introdujo el balón en su propia portería. Fue un error muy clamoroso y que marcó aquella contienda, así como también su trayectoria de blanquiazul. De hecho, ante el impacto de su equivocación quiso pedir disculpas en público. Meses después, abandonó el club y eligió Girona como siguiente destino. Hoy, vuelve.