Horas antes de que el CD Tenerife dispute el partido de ida de la final de ascenso a la LigaSantander en Girona hablamos con un excapitán que marcó una época en el plan de reconstrucción que inició la entidad blanquiazul en la década de los años 80 del pasado siglo. Toño Hernández (1962, Gran Canaria) es historia de un club que sigue regalando ilusión.

¿Y ahora qué?

La eliminatoria va a ser larga. No hay nada decidido y tenemos que estar concentrados hasta el último minuto. No podemos perder la cabeza estos siete días. Los dos equipos han demostrado que tienen argumentos sólidos. El ascenso se va a jugar en el Heliodoro y estamos ante una ocasión única... Este equipo nos está regalando mucha vida.

¿Cómo está viviendo la eliminatoria final por el ascenso?

Con ilusión y muchos nervios... Hemos hecho un campeonato digno y ahora nos toca disfrutar el momento. Sabemos que nos enfrentamos a un desenlace complejo, pero hay que saborear esta experiencia.

Disculpe si le puedo molestar, pero usted ya tiene el «culo pelado» en este tipo de batallas, ¿no?

Alguna sí que he vivido [ríe] pero cualquier situación es distinta a la anterior. Son tantos ascensos y descensos, afortunadamente más alegrías que disgustos, que uno sabe que está ante una de esas situaciones que van a quedar grabadas en la historia.

¿Hay alguna similitud entre lo que está pasando y otro episodio que usted haya vivido como futbolista o componente del cuerpo técnico blanquiazul?

Eso se lo digo en siete días...

Cierto, no conviene montar la fiesta antes de tiempo.

Los preparativos son parecidos a los que se vivieron en la temporada 88/89. A medida que se acercan los partidos notas la ilusión de los aficionados por conseguir algo grande. No hay que vender la piel del oso antes de cazarlo, pero esa alegría está en el ambiente que envuelve el día a día. Aquellos dos partidos contra un Betis que tenía diez internacionales me dejó una huella imborrable. Ahora es distinto. Acabamos de superar un cruce muy complicado contra la UD Las Palmas y tenemos la oportunidad de hacer algo bonito en estos dos partidos. ¡Lo vamos a pelear!

Igual que se peleó la continuidad en Primera División hace ya 30 años en la primera Liga que se deja el Real Madrid en Tenerife.

Y la del año siguiente. No fueron partidos fáciles y yo tuve la suerte de vivirlos desde dentro... En la primera no solo ganamos al Real Madrid. También al Valencia, que iba segundo, y al Barcelona. Lo que pasó en aquellos ocho partidos fue increíble: cambió la historia del club.

¿Y eso que cuando llegó Jorge Valdano parecía que el CD Tenerife estaba muerto?

Parecía no, estaba muerto.

¿Qué ocurrió para revertir una situación casi imposible?

Al equipo ya lo habían matado y enterrado, pero Valdano cambió el chip del grupo... Teníamos que ganar cinco de los ocho partidos finales y fue una locura. Nadie se creía lo que estaba pasando, pero ocurrió... El equipo arriesgó más, achicó mejor los espacios, empezó a sacar el balón con claridad y tiramos para arriba. ¡Lo hicimos!

¿Se contaron muchas mentiras o medias verdades sobre lo que ocurrió fuera del campo ?

No voy a hacer ningún comentario sobre eso. Creo que en muchas ocasiones se ha faltado el respeto a los jugadores que estuvimos en el campo, al club y a la afición. El CD Tenerife hizo lo que tenía que hacer y aquella situación se hubiera evitado si el Madrid gana dos puntos más antes de viajar a la Isla.

Cambio de tercio.

[silencio].

¿Qué supone ser capitán de este equipo?

Pues estar a las duras y a las maduras para colocar el club por encima de todo, dar un paso adelante a la hora de solucionar un problema y tener claro que hasta el final debes ofrecer un poco más.

Eso es ser un hombre de club.

Creo que lo he sido antes de ser jugador, de futbolista, de delegado, de entrenador, de segundo entrenador, de todo... Ahora estoy en la dirección deportiva, pero trabajo más con los chicos que en otras cosas. Me siento orgulloso por la oportunidad que me han dado de formar parte de este club.

¿Alguna vez ha pensado en la posibilidad de «trincar» uno de los contratos de ahora?

Ja, ja, ja, No solo yo, sino Molina, Jorge, Juanito El Vieja... Aquello era otra época. Jugando un poquito y aprovechando las posibilidades que te da el fútbol de ahora puedes ganar un dinerito para vivir con cierta tranquilidad 15 o 20 años... Hay que tener la cabeza bien amueblada para saber qué hacemos después y eso es algo que trabajo mucho con los chicos de la cantera.

¿En el caso de Mbappé ese «dinerito» puede durar algo más que 15 o 20 años?

Uf, eso nos queda muy lejos. A veces, incluso, da la sensación de que son cosas de otro mundo... Este es un caso especial porque todos quieren contar con las mejores armas para ganar la Liga y la Champions, pero los hombres suelen ser más importantes que los nombres. Eso sí, hay futbolistas por los que se pagan cantidades que no parecen estar acordes con su potencial y, sobre todo, con su rendimiento.

¿En siete días celebramos?

No, en una semana hablamos...