El año del centenario sigue adornando el escenario blanquiazul. El Tenerife ya cuenta con una ruta Histórico-Cultural, un recorrido que fue presentado este martes en un punto emblemático, un lugar de Santa Cruz que concentró las celebraciones de muchos de los éxitos deportivos del equipo representativo, la Plaza de la Paz. El circuito, ideal para un paseo por la capital, se desarrolla por nueve paradas.

El acto contó con la presencia del alcalde, José Manuel Bermúdez, y del presidente del Tenerife, Miguel Concepción. También asistieron el teniente de alcalde, Carlos Tarife, y la vicepresidenta segunda y secretaria general de la Fundación, Milagros Luis Brito. Las explicaciones corrieron a cargo de Juan Garlarza, responsable de proyectos históricos del club.

Tras descubrir la placa colocada junto a la citada plaza, en la rambla de Santa Cruz, las autoridades se acercaron a la calle Alfaro con el fin de estrenar el distintivo correspondiente al emplazamiento en el que se situó el primer campo de fútbol en el que compitió el Tenerife, a partir de su fundación en 1922. Tres años más tarde, el equipo se trasladó al Stadium, instalación que acabó transformándose en Heliodoro Rodríguez López.

Para seguir el orden recomendado por el Tenerife, el punto de partida debe ser el estadio. A continuación, la Plaza de la Paz. Ahí –en concreto, en su antigua fuente–, la afición festejó los ascensos a Segunda División de 1983 y 1987, pero también otros objetivos de mayor nivel, como la clasificación para disputar la Copa de la UEFA en los años 1993 y 1996.

La segunda parada lleva a la calle Alfaro, donde se jugaron los primeros partidos del Tenerife, entre 1922 y 1925. El equipo blanquiazul recibió ahí, entre otros, a rivales como el Real Vigo, Sevilla o Marítimo y Unión de Funchal.

Luego, a la calle Viera y Clavijo. A la altura del número 2, el club estrenó su sede el 19 de diciembre de 1959. El club recordó ayer en una nota que se aprovechaba el balcón existente en la esquina para anunciar cuándo iba a jugar el equipo. Esas oficinas cerraron en 1989 y se trasladaron, de manera provisional, a la parte baja de la grada de Tribuna del Heliodoro.

No podía faltar el Callejón del Combate. El edificio situado en el número 1 fue el punto neurálgico de la gestión de Javier Pérez en la década de 90. Fue, por ejemplo, el lugar de encuentro de centenares de tinerfeñistas cuando el club se transformó en sociedad anónima deportiva. Esa fue la sede de la entidad blanquiazul hasta 2014.

En el 16 de la Calle del Castillo hay una placa que recuerda el enclave en el que el Tenerife abrió sus oficinas a comienzos de los 40. Quedó en el recuerdo por el incendio que destruyó el local el 16 de abril de 1945. El fuego acabó con un tesoro que habría alcanzado mucho valor con el paso de los tiempos a modo de fotos, documentos, trofeos, banderines...

Antes de esta etapa, el club fijó sus dependencias en el número 11 de la Calle Clavel, entre los años 1930 y 1936. Entre sus paredes, los dirigentes de aquella época llegaron a organizar una gira que llevó al equipo a la Península para jugar contra el Atlético y el Barcelona.

En enero de 1947, el club estrenó sede en este céntrico emplazamiento, en los altos de la joyería Claverie, tras ocupar provisionalmente, durante año y medio, un espacio cedido por la Masa Coral en sus dependencias próximas a la plaza del Príncipe, a consecuencia del incendio de abril de 1945.

El recorrido pasa por la Plaza de la Candelaria (nº 4), donde el club llevó a cabo su gestión hasta 1959. Fue la época en la que el equipo logró ascender por primera vez a una categoría nacional, la Segunda División, en el año 1953.

El cierre de la ruta se sitúa en la Plaza de España. La alternativa a las antiguas concentraciones en la Plaza de la Paz y escenario de las últimas fiestas del tinerfeñismo, como las correspondientes a los ascensos a Primera de 1989, 2001 y 2009, o el éxito más reciente, el regreso a la Segunda División de 2013 con Cervera en el banquillo.

La voz de los protagonistas

Llamamiento a la afición. José Manuel Bermúdez aprovechó la ocasión para hacer un llamamiento al tinerfeñismo y pedir que cualquier aficionado blanquiazul se anime a darle color al municipio capitalino con banderas y bufandas en las ventanas y los balcones de sus viviendas. El alcalde de Santa Cruz de Tenerife invitó «a todos los tinerfeñistas» a engalanar «sus balcones, de cara a la final de la promoción de ascenso, con banderas que hagan alusión al club y a que la ciudad está expectante, está con su equipo y se siente con ganas de ser de Primera División».

Concepción: «Que este sea el año». Miguel Concepción vivirá su segunda final de una promoción de ascenso a Primera División con la novedad de que la eliminatoria se resolverá en el Heliodoro Rodríguez López. El dirigente confía en que «este sea el año» del regreso del club a la máxima categoría. «Estamos contentos por haber llegado a la final en la temporada del centenario y de jugar el segundo partido en casa, donde vamos a tener una oportunidad (de ascender) por primera vez. Jugar la final ya será una gran fiesta, no solo de Tenerife, sino de todo el fútbol canario», manifestó.