Tumbó el CD Tenerife a la UD Las Palmas en el primer asalto por el pase a la final del 'playoff', y eso es lo mejor que pudo pasarle al cuadro amarillo. Pero como dijo el jugador de la UD Las Palmas, Jonathan Viera, «Veo mucha alegría y me parece bien. Pero llega un encuentro muy diferente». ¿Qué pasa si el UD Las Palmas queda 1 – 0 contra el Tenerife en el partido de vuelta de playoff?

La normativa del playoff

Los goles en campo propio y ajeno valen lo mismo, una unidad exactamente igual a la otra. Supone una novedad, porque en las 11 ediciones anteriores del playoff de ascenso con este formato prevalecía en caso de empate a número total de tantos el equipo que hubiera marcado más fuera de casa. Pero como esa norma desapareció este curso tanto para las competiciones europeas como para las nacionales, la posibilidad de una prórroga es mayor, puesto que para que tenga lugar ya no son necesarios dos resultados idénticos.

Así, lo que tiene que considerar la UD Las Palmas –al igual que el CD Tenerife, la SD Eibar y el Girona CF, los otros equipos que disputarán la promoción– es marcar el mayor número de goles posible independientemente de dónde sean, con el objetivo de tener una diferencia de goles lo más amplia posible.

Hay hasta tres ejemplos en los cuatro playoffs en los que ha participado la UD en el que el valor mayor de los goles fuera de casa resultaron determinantes. Dos de ellos favorecieron al cuadro amarillo, sobre todo, el último, porque sirvió para el ascenso. En la temporada 2014-15, Las Palmas perdió por 3-1 en Zaragoza y luego ganó por 2-0 en el Gran Canaria, lo que le valió para remontar la eliminatoria y subir.

Un año antes, el conjunto isleño eliminó al Real Valladolid gracias a un empate a uno en el José Zorrilla y a una igualada a cero en Siete Palmas, hasta que en el cruce siguiente, frente al Córdoba CF, salió perjudicada.

En el primer duelo disputado en El Arcángel, la UD obtuvo un empate sin goles, por lo que corría el riesgo de poder quedarse a la puertas del ascenso con cualquier igualada que no fuera a nada. Así fue, y no de cualquier manera, porque el 1-1 de Uli Dávila llegó en el tiempo añadido cuando miles de aficionados habían bajado ya de la grada a las extintas pistas de atletismo para celebrar.

Hoy, tal circunstancia no hubiera ocurrido, sino que el desenlace se habría producido en la prórroga. Porque cabe recordar que desde la segunda edición (2011-12) no existen las tandas de penaltis para desempatar. Si al término de una supuesta prórroga no hay vencedor, pasa el que haya quedado mejor clasificado, y esa ventaja la habría tenído la UD ante el Córdoba y la tiene ahora ante el Tenerife, y en una hipotética final contra el Girona.