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Y el récord se quedó en 11

El Tenerife acaba la competición liguera como el mejor visitante y con más triunfos que en los últimos dos ascensos a Primera l> Con Benítez fueron diez y con Oltra, nueve

Mollejo cabecea un balón durante el partido de ayer en Ipurua.

Tiene mucho mérito la temporada que ha completado el Tenerife fuera del Rodríguez López, con triunfos de un valor incuestionable como los logrados en Zaragoza, Valladolid o Ponferrada. Plazas difíciles donde ganaron pocos equipos. Ayer se resistió el triunfo en Eibar, pero los guarismos blanquiazules siguen brillando por sí solos.

El Tenerife acabará la temporada como mejor visitante de la competición y también, pase lo que pase en la promoción, ésta habría sido la campaña de toda su centenaria historia en la que más triunfos conquistó a domicilio. Luis Miguel Ramis ha conseguido cambiar una tendencia maléfica a lo largo del tiempo y aproximar sus dígitos a los de algunos de los mejores técnicos de la historia blanquiazul. Hace semanas que cayó el récord de Rafa Benítez (diez triunfos) y ayer existía la opción de mejorarlo. Una duodécima victoria ya habría sido la guinda, pero se resistió en la visita a Ipurua.

A la espera de lo que ocurra en los decisivos playoff, el representativo cierra una trayectoria modélica fuera del Rodríguez López durante la liga regular. Todo comenzó un 15 de agosto, cuando las piezas aún se estaban ajustando y la plantilla estaba todavía incompleta. Juan Carlos Cordero buscaba cerrar los últimos refuerzos cuando el cuadro chicharrero fue a Fuenlabrada. Y ganó. Cuenta Ramis que aquel gol in extremis de Corredera (suplente ese día) tuvo más valor de lo que pudiera pensarse. De hecho, le valió para que el plantel siguiera confiando en una línea de trabajo que les ha traído a la última jornada con opciones reales de ascenso.

Tras Fuenlabrada cayeron otras muchas plazas, a cada cual más difícil. Complicado elegir una sola conquista de las 11 que ha firmado el Tenerife durante este curso. Porque de algún modo significó presentar las aspiraciones blanquiazules de ascenso a toda la categoría, la de Valladolid, además porque enmudeció el campo de uno de los grandes favoritos al cambio de categoría; porque fue un punto de inflexión, Ponferrada, con remontada incluida; y porque se produjo al abrigo de una cifra récord de aficionados blanquiazules, incuestionablemente Alcorcón.

Ayer en Éibar, la estampa de más de 300 seguidores del Tenerife en las gradas se aproximó mucho a la de Santo Domingo, aunque no con el mismo resultado en el marcador. Acabadas las 21 citas ligueras fuera de la Isla, se recordará esta temporada porque fue aquella en la que –contra todo pronóstico y contra su propia historia– sumó el representativo más puntos como forastero que como anfitrión de sus partidos. Un hito sin precedentes en los 100 años de historia blanquiazules.

Y en cuanto a la plusmarca de Ramis, rebasa la de Benítez, que parecía inalcanzable (10 triunfos fuera de casa); y también la de Heynckes, aunque aquella tuvo el incuestionable mérito de firmarse en Primera División el año que el Tenerife rubricó su segunda clasificación para la UEFA. Ahora queda lo más difícil: mantener las mismas pulsaciones como visitante en la promoción. La jornada disputada anoche clarificó mucho la hoja de ruta. Ahora, falta que el míster blanquiazul cumpla su gran presagio. «Y que un niño le pida a su padre: llévame al Cabildo, que ha subido el Tenerife».

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