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Daniel Kome Exfutbolista del CD Tenerife

Daniel Kome: «A veces voy a ‘Youtube’ para volver a ver el gol de Girona»

Juan García Cruz (Acan)

Una corazonada, un disparo que besa la red, una piña para celebrar un triunfo memorable, un día para la historia. Es el relato del gol de Montilivi, escenario fetiche para todo el tinerfeñismo desde aquella calurosa tarde de junio en la que Daniel Kome (Bangou, 1986) inscribió con letras mayúsculas su nombre camerunés en los manuales de tinerfeñismo. Ni por asomo imaginaba convertirse en el héroe de aquel ascenso que ahora puede repetirse de la mano de Ramis. Por lo pronto, su equipo vuelve este lunes a Montilivi, tierra santa para todos los blanquiazules por un gol de Kome. Fue él quien hizo el gol del ascenso e inundó de entusiasmo a una isla entera. Aún lamenta haberse perdido la celebración, que fue por todo lo alto. La llamada de su selección le privó del privilegio de asomarse al balcón del Cabildo y ser vitoreado con los honores que merecía.

¿Cómo le va?

Viviendo en Camerún y alejado del fútbol. Tengo otro tipo de negocios, una tienda de productos sanitarios y ahora soy aficionado al deporte; no me dedico a nada relacionado con la que fue mi profesión.

¿Y no le tentaron para ser entrenador, representante...?

Sí empecé con mi exagente, pero se necesita mucha paciencia y otras virtudes que quizá no tengo (ríe). Así que me volví a mi país y lo fui dejando, poco a poco, aunque por supuesto sigo pendiente de los que fueron mis equipos y de forma muy especial sigo al Tenerife.

Después de dejar el Tenerife, ¿no volvió a jugar?

Lo dejé. Me hice unas pruebas y me confirmaron que tenía la rodilla hecha polvo. Así que me fui del fútbol con el recuerdo de lo que pasó en Girona. Fue uno de mis mejores años y ese partido supone uno de los grandes momentos de mi carrera deportiva. Es verdad que luego tuvimos el traumático descenso a Segunda, y luego el tránsito del club a Segunda B. Así que podría decirse que hubo cosas buenas y luego otras no tan buenas.

¿Y mantiene el contacto con los jugadores de entonces?

Sí, Ricardo incluso me llamó para el partido de las Leyendas que jugaron en Navidades. Y hablo con Alfaro, con Luis García... Tenía planes y la idea de enseñarle la Isla a mis hijos, pero por la pandemia no se pudo. Me encantaría ver a mi gente.

¿Es consciente de que aquel día dejó huella para siempre en la historia del Tenerife?

Un poco sí, porque ya han pasado algunos años y nos hacemos viejos, yo en particular; y todavía se habla y me llaman por el gol de Girona. A mis hijos se lo he enseñado en Youtube para que sepan lo que un día consiguió su padre.

¿Y es cierto que la única vez que ha visto jugar al equipo después de marcharse fue justamente el día que ascendió a Segunda División?

Efectivamente, porque a la Isla ya no he vuelto. Coincidió que estaba por Barcelona cuando el Tenerife se jugaba aquel ascenso. Me enteré y fui a animar como uno más. Es un sitio donde me trataron de maravilla y me hice aficionado del Tenerife de por vida. ¿Qué menos que agradecer tanto afecto como me dieron? Y, sí, estuve en el ascenso de Girona como goleador [ríe de nuevo] y en el de Hospitalet como espectador.

¿Qué recuerda de la Isla?

Pues que tuve muchos éxitos futbolísticos y dejé muchos amigos. Me debo una visita, ir a un partido otra vez y saludar a tantas personas que dejaron huella en mí.

Y le deben una celebración.

Me perdí la fiesta por el viaje que tenía con la selección. Encima fue un partido que al final no se celebró, que es algo que muchos no saben. Fue una pena. A uno le habría gustado estar con su gente y vivir esos momentos, pero no hubo suerte. A ver si este año se da el ascenso a Primera del CD Tenerife y me invitan a disfrutarlo.

¿Dónde estaba usted exactamente mientras la fiesta de la plaza de España?

Pues mira, fuimos a jugar a un partido a Ghana, si mal no recuerdo. Era una eliminatoria de la Copa de África y no pude ver en directo la celebración, sí luego a través del móvil. Se me ponía la piel de gallina y pensaba: ¡cómo hemos hecho felices a tantos al mismo tiempo! Claro que uno no puede tenerlo todo en la vida. Me hubiera gustado no solo marcar el gol, sino también ser parte de los festejos.

¿Qué sintió cuando el balón besó la red?

La de marcar fue una sensación única. La gente en la Isla es muy forofa y me hizo ídolo prácticamente. Pero fue un trabajo de equipo. Ese año estuvimos a un nivel enorme, fantástico, con un juego excelente. Todos muy, muy bien. Y Girona fue el final de un trabajo bien hecho.

¿Qué pasó para que luego el club no lograse estabilizarse en Primera y acabase con sus huesos en Segunda B?

Fue un conjunto de muchas cosas y un cúmulo de muchas circunstancias, pero los responsables fuimos los futbolistas, que somos los que jugamos.

¿A qué se refiere cuando habla de múltiples circunstancias?

Hombre, hubo un momento en que el equipo no cobraba y también pudo influir. Pero fíjate que se había hecho un proyecto para regresar cuanto antes y tal vez nos equivocamos cuando pensamos que éramos los mejores. Perdíamos, perdíamos... y siempre creíamos que íbamos a salvarnos y además estar arriba. Apuntar culpables ahora sería un poco estúpido. La realidad es que no supimos ni pudimos lograr el objetivo. Y de eso creo que se aprendió. Pienso que no hay que volver a incurrir en esos mismos errores.

¿Subirá el Tenerife de Ramis?

Es lo que deseo. Por lo que ya están haciendo, tiene mi aplauso.

El camerunés de los tres ascensos


Muchos cameruneses han pasado por el campeonato español (Eto’o posiblemente fuese el más mediático de todos) pero ninguno tiene el palmarés de Daniel Kome, partícipe de tres ascensos a Primera. «Uno fue con el Numancia; otro con el Valladolid, que llegué en la segunda mitad del campeonato; y por supuesto el más especial con el Tenerife, por cómo transcurrió todo, por el fútbol que hicimos y por la afición tan forofa que nos arropó hasta el final», relata desde su país natal. Kome asegura que ha podido visionar numerosos encuentros de aquella temporada tan exitosa a través de las redes sociales y aún se sorprende por el altísimo grado de brillantez que alcanzó el fútbol del representativo. «El partido que hicimos contra el Levante fue espectacular. Ver al equipo en su mejor versión fue como un sueño hecho realidad, que me encantaría revivir. Y ya que no puedo ser yo el que esté sobre el verde, que lo consigan los que están ahora», sugiere.

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