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Una batalla casi definitiva

El Tenerife, en disposición de certificar su presencia en la promoción si vence al Lugo, que a su vez busca abrochar definitivamente la permanencia l> Ramis, ante el reto de ‘disimular’ las bajas de Muñoz y Shashoua

Luis Miguel Ramis, técnico del Tenerife. CD Tenerife

Un partido casi definitivo. A solo cinco jornadas del final, el Tenerife busca sentenciar hoy su presencia en la promoción de ascenso, el gran objetivo para el que fue concebido su proyecto para esta temporada. A su vez, el Lugo –su rival de esta tarde– persigue abrochar matemáticamente su permanencia. En ninguno de los dos casos hay ningún motivo para pensar en una hecatombe o un giro radical de los acontecimientos, pero Luis Miguel Ramis y Rubén Albés abogan por la prudencia; y quieren llegar cuanto antes a su particular línea de meta.

En el caso del representativo, hay otras intenciones. En el camino hacia la victoria, el cuadro blanquiazul busca recuperar las buenas sensaciones perdidas en las últimas semanas. Cierto es que los insulares han sumado siete puntos de los últimos nueve posibles, pero se echan en falta la fluidez, la solidez y otras virtudes que exhibieron durante buena parte del segmento inaugural de la temporada.

CD Lugo - CD Tenerife Digital2

Uno de los motivos para explicar una posible regresión en el Tenerife tiene que ver con las bajas. Para el partido de esta jornada, Ramis tendrá que hacer lo posible por disimular las ausencias capitales de Sam Shashoua, probablemente su hombre más determinante; y Álex Muñoz, titularísimo casi cada vez que ha estado disponible para el flanco izquierdo de la defensa. Al margen de estos problemas, hay otros, tales como la fatiga o el estrés que ha mostrado el equipo en las últimas jornadas; y que el cuadro técnico podría mitigar a través de las rotaciones. En el mediocampo vuelve a estar apto para jugar Pablo Larrea (tras cumplir sanción) y oposita a una de las dos plazas de pivotes que habitualmente son propiedad de Alexandre y Aitor Sanz.

Lugo es una plaza históricamente propicia para el Tenerife, que busca aparcar sus dificultades como local y desempolvar su mejor versión como visitante para firmar su décima victoria a domicilio. De paso, tal logro tendría una repercusión histórica, por cuanto serviría para igualar el registro heroico del ascenso con Rafa Benítez (2000/01), cuando se alcanzó la decena de conquistas justamente en la última jornada, cuando el gol de Huguito. Si no es hoy, el representativo todavía tendría otras dos oportunidades para emular la proeza de entonces; pues después del Anxo Carro visitará otras dos plazas difíciles: Montilivi primero e Ipurua después.

Con los deberes hechos

En cuanto al rival de esta tarde, su entrenador se comparaba hace unos días con el abogado protagonista de una película donde todos dudaban de él. Por inexperto y por incapaz. Pues bien, ha sabido Rubén Albés ganarse el respeto de jugadores, directivos y entorno en un curso casi pluscuamperfecto. Su solidez en casa –solo dos derrotas, la última en noviembre del año pasado– ha sido la principal baza rojiblanca para atar con suficiente antelación un objetivo por el que otras veces porfiaron hasta el final. Desde la holgura de su situación actual, da la impresión de que esta tarde se juega mucho más el Tenerife que el propio Lugo. Toca demostrarlo.

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