Es una incógnita cómo será el partido que mañana protagonizarán Lugo y Tenerife en el Anxo Carro; y quién de los dos equipos queerrá para sí el balón. Acostumbrados a cedérselo al contrario, rojiblancos y blanquiazules figuran entre los equipos con un menor porcentaje de posesión de pelota en sus respectivos compromisos ligueros. En el caso del cuadro gallego, es el que ha permanecido más minutos sin el cuero en su poder (41%).
Los datos acreditan que una mayor posesión del balón no garantiza resultados más brillantes. El Lugo de Albes casi ha certificado su permanencia desde un estilo de juego donde renuncia al protagonismo con la bola; y que se centra en aprovechar los errores ajenos. Así ha logrado los puntos suficientes para garantizar su presencia en Segunda un año más. Y con cinco jornadas de antelación respecto al cierre del campeonato.
Junto a Lugo y Tenerife, entre los equipos con menor porcentaje de posesión están dos ya casi descendidos, como Amorebieta o Fuenlabrada; pero también otros que igualmente han abrochado sus respectivos objetivos en la competición, como Burgos u Oviedo. En el polo opuesto en las estadísticas sobre dominio de los partidos y gobierno del balón, es Las Palmas el equipo que va primero con un abrumador 59%. Primero con Mel y luego con Pimienta, los amarillos han hecho del protagonismo con el cuero una de sus principales banderas. Lo mismo que el Ibiza, con Paco Jémez.
Otros números
Consumidas 37 de las 42 jornadas ligueras, es tiempo más que suficiente para extraer conclusiones casi definitivas. Las que tienen que ver con el rival de este domingo, lo perfilan como un conjunto muy peculiar. Al mismo tiempo figura como el equipo de Segunda que más disparos recibe (543, unos 14 por partido) y a su vez es de los más fiables en su feudo. A consecuencia de su muy baja cuota de posesión de balón, es también el que menos pases buenos da a lo largo de un encuentro (543 en total, unos 15 por jornada). Y junto al proipo Tenerife, el que menos saques de esquina firma en toda la competición. Los gallegos llevan 137, por 140 del representativo, pero en los primeros se advierte una muy alta capacidad para sacar provecho de sus acciones a balón parado. Una circunstancia que no ha pasado desapercibida para Ramis, que los ve «muy potentes» en este apartado.
