José León Bernal (Madrid, 3/2/95) se reencuentra con uno de sus exequipos; el que, alguna manera, le permitió estabilizar su carrera después de una fría relación de una temporada con el Rayo Vallecano y una breve experiencia en el fútbol sueco. Desde su paso por el Fuenlabrada, todo le ha ido bien al central. De ahí al Alcorcón y, a continuación, a un Tenerife en el que se está consolidando como uno de los mejores futbolistas en su puesto de LaLiga Smartbank.
León no solo vivió una campaña en el club con sede en el estadio Fernando Torres, sino que lo hizo teniendo, en un tramo, al técnico que estará el domingo en el banquillo visitante del Rodríguez López, José Ramón Sandoval.
El destino fue conduciendo a León al Fuenlabrada después de que completara una etapa de formación en la cantera del Real Madrid, con techo en el Castilla y una cesión a la Cultural Leonesa, con la que logró un ascenso a Segunda División en 2017. Un año más tarde se cortó su recorrido en el club blanco: el filial se le quedaba pequeño y no había sitio para él en el primer equipo. Después de 15 años «mágicos y llenos de recuerdos inolvidables», tal como expresó en una carta de despedida, tuvo que continuar su carrera en otro equipo, en un Rayo que en ese entonces competía en Primera División y en el que no llegó a jugar ni un minuto, ni en Liga ni en Copa, ni con Míchel –ahora en el Girona– ni con Paco Jémez como entrenadores. El suyo fue un caso que acabó en los despachos del sindicato de jugadores, AFE, ya que su nula participación con el Rayo en el ejercicio 2018/19 se debió a una cuestión administrativa, pues fue inscrito en el filial teniendo más de 23 años, combinación que habría acabado en alineación indebida si hubiera actuado en una competición profesional. La solución adoptada fue su cesión al extranjero en la mitad del curso: de Vallecas a la Primera División sueca. El Eskilstuna fue su refugio durante unos meses, una oportunidad para retomar el ritmo de competición hasta el verano de 2019, en el que inició la pretemporada con un Rayo que había bajado a Segunda. Pera esta vez fue una decisión técnica, de Paco Jémez, la que alejó a León de un posible debut con la escuadra franjirroja. Y ahí fue cuando el Fuenlabrada entró en escena. El 29 de agosto de 2019 se anunció su salida del Rayo, tras la ruptura de un contrato al que le quedaba un año de duración, y su incorporación a un recién ascendido. El acuerdo fue por una temporada.
La categoría de plata fue nueva para el equipo madrileño y también para el central, que llegó a jugar 19 partidos de Liga, 15 bajo la supervisión de Baldomero Hermoso, Mere, y el resto con Sandoval al frente de un conjunto al que logró guiar hacia la permanencia.
Con el técnico sustituto solo intervino en cuatro encuentros de once posibles. La relación de León con el Fuenlabrada no fue a más. Terminó su año de contrato y siguió en la Comunidad de Madrid, pero como refuerzo de un Alcorcón en el que, definitivamente, se consolidó como uno de los defensas con mejores prestaciones de Segunda. De hecho, su rendimiento en el curso 20/21 animó a Juan Carlos Cordero a plantear su fichaje. Las gestiones del director deportivo cuajaron y el Tenerife pudo presentar a León como la tercera cara nueva de la plantilla en la pasada pretemporada.
