Por hache o por be, hay una serie de futbolistas blanquiazules que han visto recortado su caudal de minutos desde que comenzó la segunda vuelta del campeonato, allá por el mes de enero con el derbi frente a Las Palmas. Entre los más damnificados por las nuevas decisiones de Ramis está Míchel Herrero. Pero no es el único.
Cuando comenzó la temporada estaban llamados a ser piezas muy relevantes para Ramis pero la segunda vuelta, por diversos motivos, está siendo aciaga para ellos. Son Rubén Díez, Nikola Sipcic y Míchel Herrero, los futbolistas del plantel blanquiazul que han cedido una mayor cuota de protagonismo respecto a la primera ronda del campeonato.
Rubén Díez había participado de 19 de los compromisos ligueros hasta que llegó el ecuador de la competición. Desde entonces, su cuentakilómetros permanece casi parado. Apenas ha tenido un par de ratos en cuatro partidos; más una sola titularidad el día de la derrota ante el Mirandés, si bien fue reemplazado al descanso. Es, con diferencia, el jugador que más terreno ha perdido en las preferencias del entrenador.
Otro caso llamativo es el de Míchel Herrero. Acaparó no pocos elogios en los compases inaugurales de la temporada y hasta salió a hombros de la gran victoria lograda en su antigua casa de Pucela, donde el Tenerife dio una exhibición y el valenciano anotó un gol (que el acta adjudicó a un rival en propia portería). En la primera vuelta, tan solo faltó a dos partidos; y además fue titular muchas veces, tantas como ocho consecutivas. Su porción de minutos y comparecencias en el once inicial ha decaído de forma fulminante, hasta el punto de que Ramis le descartó públicamente como una opción real para acompañar a Corredera en el partido de El Plantío. Otros jugadores le han rebasado entre los predilectos del cuadro técnico y, hoy por hoy, es el último de los mediocampistas del plantel. En la segunda vuelta, solo ha sido titular una vez, precisamente contra su exequipo, el Valladolid.
También cotiza a la baja Nikola Sipcic. Tras el parón invernal, su papel ha sido absolutamente testimonial todas las veces que ha jugado: dos minutos contra la Ponferradina y otros tantos frente a Alcorcón, Ibiza y Sporting; cinco ante Las Palmas y antes, cuatro en el último choque de la primera parte del campeonato en Zaragoza. La única excepción, su titularidad contra el Amorebieta. Su convocatoria con Montenegro ha sido una bocanada de aire fresco en medio de un momento poco afortunado para él. El reconvertido Sergio González (de mediocentro a central) le desbancó de la titularidad y también Carlos Ruiz le ha adelantado en minutos y partidos jugados.
Ahora bien, aún están a tiempo de recuperar el terreno perdido. Buen ejemplo de que la liga reparte oportunidades en el momento menos pensado son los casos de Shaq Moore o Pablo Larrea. Éste último incluso halló premio en forma de renovación; y el norteamericano hilvanó dos titularidades seguidas después de un largo tiempo sin apenas actividad en los onces de Ramis.
En el polo opuesto se encuentran futbolistas incombustibles, relevantes en el comienzo, nudo y desenlace de la competición. Sobresale Juan Soriano, uno de los dos jugadores de todo el torneo –el otro es Andrés, portero del Huesca– que ha disputado todos los minutos de todos los partidos ligueros.
