Los dos equipos protagonistas del partido anunciaron luto el sábado y guardaron ayer un muy respetuoso minuto de silencio por el padre del futbolista burgalés del Tenerife, Mario González, fallecido el día antes del encuentro y cuyo sepelio se celebraba mientras el representativo jugaba su compromiso en El Plantío.

El Tenerife comunicó inicialmente que Mario González formaría parte de la convocatoria para el duelo de ayer, pero horas después anunció su baja, lógica y comprensible por la luctuosa noticia. Iba a ser un partido especial para el ariete, nacido en Burgos y cuya familia es natural de una localidad muy próxima a la capital, Villarcayo de Merindad. De hecho, González había salido de la cantera del cuadro peninsular, en el que jugó hasta juveniles antes de enrolarse en las filas del Villarreal.

El Burgos CF se sumó a las condolencias a su exfutbolista Mario y también a su familia, como así anunció en sus perfiles en las redes sociales; y el silencio fue absoluto en el momento de luto previo al comienzo de la contienda.

González se reincorporará a los entrenamientos con su equipo a principios de esta misma semana y sí estará disponible para el próximo duelo en casa, el sábado frente al Zaragoza. Ramis ya había explicitado antes del encuentro que su ausencia en los entrenamientos y el propio partido estaba «sobradamente justificada».