Nadie podía presagiar que la mejor entrada de la temporada en el feudo del CD Tenerife sería un partido de la novena jornada contra el Amorebieta. Con las nuevas restricciones, imposible superar los dígitos de aquel día, con 12.572 almas en el graderío.
Aunque el presidente del Gobierno insistiera ayer en que habrá que empezar a tratar la covid como un mal endémico (y aprender a convivir con él), algunas restricciones han venido para quedarse por largo tiempo. Por ejemplo, las de aforo en el deporte profesional. En el caso del CD Tenerife, están siendo los efectos de la pandemia y las severas medidas adoptadas por el Ejecutivo regional las que han impedido que este año de ilusión se vea acompañado de una gran presencia de público en el Heliodoro Rodríguez López. Basta un dato para confirmarlo: de momento, la mejor entrada de la temporada sigue siendo la que se registró en el partido en casa con el Amorebieta, correspondiente a la novena jornada: 12.572.
Todo hacía presagiar que en el derbi contra Las Palmas se superaría con creces la cifra de asistentes que se congregaron aquel día de octubre, pero apenas 72 horas antes del clásico se recortó el aforo a tan solo un 50%. Así que hubo que devolver el importe de miles de entradas y dejar huérfanas la mitad de butacas del coliseo blanquiazul. Si a tales circunstancias se une el alto número de contagiados por covid que había en la Isla (y se suman los consiguientes contactos estrechos) puede calificarse casi como un milagro que se lograsen ocupar más del 94% de los asientos disponibles. Aún así, el estadio tan solo reunió a unos 10.756 aficionados. Cifra irrisoria para un partido contra el eterno rival, que además iba a suponer el pistoletazo a los actos de celebración del Centenario.
Pues bien, este recorte a la mitad del aforo del Heliodoro seguirá vigente por varias semanas. Así se deduce de la última comparecencia pública a este respecto del consejero de Sanidad, Blas Trujillo, quien sí dio una buena noticia a los seguidores del Tenerife: el tránsito a ‘Nivel 4’ de la isla no trae consigo un nuevo tijeretazo al 33%, como así temían en las oficinas del representativo. Pero se quedarán con tan solo un 50% disponible, de modo que la venta de entradas será muy limitada y, como mucho, el Rodríguez López podrá congregar a 11.412 aficionados. Y ni uno más.
Las restricciones se mantendrán vigentes en el venidero duelo liguero frente al Real Oviedo (viernes 21, a las 20:00 horas) y muy probablemente en el siguiente cruce en casa con el Leganés (6 de febrero). En el club lamentan que vayan a competir en inferioridad de condiciones con la mayoría de equipos de Segunda, que sí pueden cubrir el 75% aforo de sus respectivos campos. De ahí que hayan apoyado la iniciativa de la Federación de Peñas del CD Tenerife, que ha pedido a LaLiga que interponga un recurso contra las medidas –que consideran excesivas– del Gobierno regional. Aún así, un portavoz de los colectivos de animación expresaba anoche a EL DÍA que son «pesimistas» ante la opción de que las medidas judiciales surtan efecto, como en su día sí lo tuvieron en el País Vasco. Según Fran León, presidente de la Federación, «en nivel 4 es difícil pensar en volver a la normalidad pronto». Y es «para darse por satisfechos» que las restricciones no sean más severas.
Pesimismo creciente
Para los próximos días se espera que el club explique el nuevo procedimiento de venta de entradas y si mantiene el protocolo del derbi, donde cada abonado pudo ocupar su asiento aunque tal circunstancia derivase en que fuese materialmente imposible mantener la distancia de seguridad interpersonal que recomiendan las autoridades. Por otro lado, en la entidad han de tomar otra determinación a corto plazo. Explicitó Miguel Concepción en una carta publicada por EL DÍA que se reservaban el estreno de la camiseta del Centenario «para cuando en el Heliodoro puedan entrar todos los aficionados blanquiazules». El caso es que este momento no parece estar próximo en el calendario. Feo escenario para comenzar la celebración de un siglo de fútbol, pero la pandemia sigue marcando los tiempos. Y la vida.
