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Derbi

El rival que les une

Marioni, Ayoze Pérez y Alfaro comparten idénticas sensaciones y recuerdos ante un denominador común: el clásico | «Marcar significa hacerte un hueco en la historia»

El rival que les une

Los tres salieron por la puerta grande de un duelo contra Las Palmas. Y resulta elocuente que sus reflexiones sean tan parejas, en algún caso casi idénticas cuando se les pregunta por sus recuerdos de aquellos partidos en los que inscribieron su propio nombre en la historia del representativo.

«Pensaba que me llamaban por el Año Nuevo para desearme cosas lindas», ironiza en la distancia Bruno Marioni, quien ya sospechaba que el motivo de que tantos periodistas se interesaran por él en puertas del venidero 2022 tenía que ver con el derbi. «Marcas... y te quedas para siempre en la historia». La frase la pronuncia al otro lado del charco el exfutbolista y ahora entrenador argentino, héroe en el último clásico victorioso en el Insular (0-1), pero también se ha escuchado en boca de Ayoze Pérez o Alejandro Alfaro. El derbi los une a los tres. Y resulta elocuente que sus reflexiones sean tan parejas, en algunos casos casi idénticas cuando se les pregunta por sus recuerdos de aquellos partidos de los que salieron por la puerta grande.

«Fue de los momentos más bonitos de mi carrera deportiva y es un placer que me sigan llamando de la prensa de Tenerife. Recordar es vivir; y por supuesto es un ejercicio muy satisfactorio y muy placentero para mí», apunta el Barullo. «Anotar gol en un clásico te puede cambiar la vida. Pasaron 20 años de ese momento y todavía me lo siguen recordando. Cuando me cruzo con algún aficionado del Tenerife, ese es el instante que mejor me describe, que más le evoca la figura de Marioni», dice.

En su caso, su tanto en el Insular «valió para conseguir un triunfo que diese esperanzas a la afición» y, de paso, demoró el certificado de defunción con rumbo a Segunda una semana más. «Con un empate estábamos hundidos División y el gol sirvió para darnos ilusión. Pero la clave es que descender fue menos duro porque metimos a Las Palmas en el hoyo», indica.

Alfaro casi calca el discurso del argentino cuando se le llama para preguntarle por el clásico del domingo. «Siempre me entero de la fecha del derbi porque me llaman los periodistas y los amigos de la Isla», enuncia. «Ganamos 0-1, era la fecha de mi cumpleaños y hay una anécdota muy bonita: resulta que fui a buscar a mi madre al muelle de Santa Cruz porque la verdad es que venía mareada... y muchos seguidores del Tenerife interpretaron que había ido a recibir a la afición. Así que doblemente quedé como el héroe de aquel sábado», bromea.

«Me salió un año irrepetible. Nunca antes había marcado tantos goles, casi que ni en categorías inferiores, pero por supuesto el más especial es el de Gran Canaria», añade el onubense. Y si Marioni triunfó en el Insular y Alfaro en Siete Palmas, el relato de Ayoze Pérez resulta especial porque él lo hizo «en casa». Esto es, en el Heliodoro y además entre semana, en un clásico con muchas connotaciones especiales (por las nunca bien descifradas palabras previas de Sergio Lobera) y con un entradón en el coliseo blanquiazul. «Todo fue brutal», resume el ahora jugador de la Premier.

Para Ayoze «cuadró el partido perfecto» y así fue que el Tenerife firmó una de sus noches más felices en la historia de los derbis contra Las Palmas. Además, fue en una noche con marcado acento canario. En la alineación y convocatoria había «un montón de canteranos» que soñaban con una exhibición como aquella. «Fue impresionante ver rugir a la grada», cuenta Pérez, cuya narración de felicidad calca las de Marioni o Alfaro. El derbi une a los tres.

Quique, José Juan, Suso Santana...

La galería de los héroes del derbi canario está repleta de nombres ilustres. Por ejemplo el de Quique Medina, que fue el héroe del llamado clásico de la gota fría, porque se aplazó por las inclemencias meteorológicas. «Mi mejor recuerdo es efectivamente que marqué un gol. Es un sueño marcarle a tu máximo rival y esa temporada además ascendimos a Primera División», recordaba al preguntársele este mismo año por aquella secuencia inolvdiable. «Es uno de los momentos más importantes que viví como jugador del Tenerife», destaca.

En cuanto a José Juan Gutiérrez, vivió la experiencia de ser futbolista profesional desde las dos orillas. Y rememora que una exhibición suya en un duelo contra Las Palmas -cuando aún era blanquiazul- valió para que se fijasen en él y lo comprase la Unión Deportiva. En el transcurso de las negociaciones para firmar su contrato, se llevaron también a Martín Marrero, otro hombre venerado a ambos lados del Archipiélago.

Y si se habla de héroes, uno de los más recientes en la historia del gran clásico canario por antonomasia es el de Suso Santana, que vive este domingo su segundo derbi desde su retirada. En Siete Palmas anotó un tanto de penalti que enmudeció al graderío, pero no valió para ganar. El tacuense era uno de los hombres que más en serio se tomaba este tipo de envites, pero cree que el compromiso y la seriedad están garantizadas de la mano de los ahora capitanes Carlos, Aitor o Dani.

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