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El partido que se le resiste

Ramis persigue la victoria en el derbi a su tercer intento como técnico del Tenerife

La primera vez de Ramis como entrenador del Tenerife en un clásico canario fue sin público en las gradas del Rodríguez López. Aún en plena pandemia y con las restricciones a tope, el equipo blanquiazul empató ante un graderío desangelado.

Ni como futbolista (dos empates y eliminación en los penaltis) y ni como entrenador (una igualada y una derrota). Ramis va en busca de una victoria que aún no tiene.

De algún modo, Luis Miguel Ramis aterrizó en el banquillo del Tenerife a propósito de un derbi. Fue la derrota en Siete Palmas con el grosero e involuntario error de Adrián Ortolá el que abrió en el representativo el debate sobre la destitución de Fran Fernández, que cayó a las pocas fechas de sucumbir en el estadio del eterno rival. Fue entonces cuando el tarraconense fue el escogido para hacerse con las riendas de un banquillo del que ya es capitán general. Desde aquel día y hasta hoy, Ramis ha hecho realidad un sinfín de retos y asignaturas pendientes. Ha forjado un equipo ganador, ha cambiado el rumbo del Tenerife, le ha ubicado en posiciones de privilegio y ha vencido en algunas plazas vetadas durante años. Incluso ha pulverizado el maleficio de los blanquiazules fuera de casa y así, ya han ganado hasta seis veces a domicilio. No obstante, con el derbi tiene cuentas pendientes.

El clásico frente a la UD no se le ha dado bien a Ramis en ninguno de sus dos únicos antecedentes como timonel tinerfeñista. En su primera experiencia en un duelo de este calibre, su equipo no pasó del empate en casa. Fue un resultado que supo a poco, más todavía porque la situación del equipo solo hacía válida la victoria. Vada adelantó al Tenerife en los compases iniciales del primer periodo y Sergio Ruiz enmudeció al graderío con un tanto antes del intermedio.

Por si valiese de algo en esta semana de derbi, en aquel envite contra Las Palmas no hubo grandes sorpresas en la composición del once. Y el tarraconense apostó por los jugadores que habían sido habituales en sus onces hasta la fecha del clásico.

Un regusto peor dejó el siguiente y hasta el momento último derbi de Ramis. Fue en Gran Canaria y el equipo desplegó buena parte de su feliz repertorio de esta temporada. Pero Las Palmas se le atragantó en un cruel final donde un autogol de Larrea significó la derrota. Fue un partido marcado no solo por el fatal desenlace, sino también por la pobre actuación de Shashoua. Al técnico se le discutieron mucho alguna de sus decisiones y en sala de prensa optó por decir que el británico, hombre franquicia del proyecto, no había tenido una buena semana. Fue como abrir la caja de los truenos, pues aquellas palabras fueron el primer indicio para que horas después se supiera que Sam había protagonizado un grave incidente en las horas previas al clásico.

Con todo, Las Palmas no es un rival que se le dé mal a Ramis. Con el Albacete, el preparador catalán vapuleó a la Unión Deportiva (4-2) en uno de los encuentros más espectaculares que se le recuerdan a los mandos del cuadro manchego. Marcaron Bela, Eugeni, Febas y otra vez Eugeni en un duelo que ya estaba sentenciado a los 46 minutos. Para entonces ya se habían marcado todos los goles del partido. Antes, como futbolista, también celebró un triunfo contra los amarillos con la camiseta del Racing de Santander (1-0, en la campaña 2000/01); y mucho antes, en sus inicios en la cantera blanca, también saboreó las mieles de la victoria a domicilio en Gran Canaria (1-2, en el curso 91/92). Eso sí, en el Tenerife no ganó al acérrimo enemigo tampoco como futbolista, pues sus únicos derbis fueron en Copa (los dos acabaron 0-0 y en los penaltis se impuso la UD).

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