En su anterior experiencia en La Romareda como jugador del Tenerife (1-0), Carlos Pomares salió del campo siendo protagonista de una polémica acción en la que el árbitro le anuló un gol de forma inexplicable. «Nunca me había pasado esto», declaró ese 6 de marzo. Ayer también tuvo un papel relevante, en sentido positivo. De sus botas nacieron los dos goles con los que ganó su equipo (0-2).
«Dar dos asistencias es difícil», reconoció el lateral valenciano, feliz por haber aportado de forma tan influyente en una victoria tan prestigiosa. «Cuando fallo lo paso mal porque siempre intento estar lejos de jugadas como la de la semana pasada», comentó Pomares refiriéndose al penalti que provocó en el encuentro ante el Lugo, crucial para que el Tenerife dejara escapar dos puntos en el Heliodoro. «Sufro más por los compañeros que por mí, por lo que siempre intento estar ahí para ayudar y devolver ese pequeño favor», manifestó en los canales del Tenerife.
Pomares recordó que los futbolistas no son «superhombres», sino «personas con familia», y cuando se ven involucrados en errores, lo pasan «mal».
En el plano colectivo, opinó que la clave del éxito que está teniendo el Tenerife reside en la continuidad del proyecto. «Estamos recogiendo los frutos de un trabajo que se ha hace bien», manifestó.
