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Derbi
Ricardo León Exfutbolista del CD Tenerife

Ricardo León: «Los derbis están en el podio de mi carrera como futbolista»

«Jugadores como Aitor, Carlos o Dani saben cómo transmitir, si hiciera falta, que este es un encuentro diferente», afirma el exfutbolista del CD Tenerife

Ricardo León se retiró en 2016 después de haber jugado 242 partidos con el equipo blanquiazul. CD TENERIFE

La historia de los clásicos del fútbol canario tiene a Ricardo entre sus protagonistas más destacados. El exjugador blanquiazul y ahora adjunto a la dirección deportiva del club, llegó a participar en diez derbis de Liga. Debutó en un 0-0 en el estadio de Gran Canaria en 2006 y cerró la serie con un 2-1 en el Rodríguez López en septiembre de 2014.

¿Qué piensa cuando se aproxima un Las Palmas-Tenerife?

Son los partidos del año, momentos señalados en una temporada. Toca disfrutar de la semana.

¿Antes de ser protagonista en diez derbis solía seguir estos partidos como espectador?

Eran acontecimientos brutales. Recuerdo la época buena del Tenerife, aquellas eliminatorias de Copa en las que no tuvimos la suerte de pasar, los derbis de Primera, la victoria de un domingo por la mañana con los goles de Raúl y La Paglia... Ese fue un partido muy bonito; se recuerda por las palabras de Rubén Castro. Para mí, como espectador, estaban al nivel de un Real Madrid-Barcelona.

¿Llegó a asistir al Heliodoro?

No tuve la oportunidad de ir al estadio, todavía no había llegado a la cantera del Tenerife... Los vivía con los amigos, siempre en grupo.

Y llega un día en el que usted es el que sale por la tele.

Fue una experiencia increíble. Empatamos a cero en el estadio de Gran Canaria en 2006. Fue un partido igualado. En la semana previa tuve la oportunidad de descubrir de primera mano lo que era un derbi, de estar en el hotel en Las Canteras, ver a nuestra gente por fuera animando y luego en el estadio... Y el resultado no fue malo.

¿Cómo fue eso de ganar un derbi en casa por primera vez?

El derbi de los dos goles de Iriome (3-1) fue especial. Éramos un rival complicado de batir, sobre todo en casa. Ellos estaban muy fuertes, pero hicimos valer la fortaleza que teníamos en el estadio.

Hay 14 jugadores que pueden decir que han vencido con el Tenerife en el estadio de Gran Canaria. Usted es uno de ellos.

Sí, el 0-1 de 2008 con el gol de Alfaro. Ganamos y pudimos hacerlo por una diferencia más amplia. Teníamos un equipo muy fiable. Ese triunfo nos dio un empujón grande para hacernos todavía más fuertes y conseguir el ascenso a Primera. Por las características y porque hacía tiempo que no se ganaba allí, fue importante.

También puede presumir de haber marcado en un clásico.

Así es, de penalti en el 3-0 de 2013. Veníamos de ascender de Segunda B y Las Palmas era favorita, pero fuimos muy superiores. El partido estuvo condicionado por la expulsión del portero tras el penalti a Suso. Tuve la oportunidad de hacer el primer gol. Luego llegó al explosión maravillosa de Ayoze. El estadio estaba lleno, no olvidaré nunca aquella noche.

Hay otros que no terminaron tan bien para el Tenerife.

El empate (1-1) de 2008 en el estadio de Gran Canaria fue duro, complicado. Nos llegamos a adelantar con un gol de Pablo (Sicilia) de córner. Al final, el árbitro añadió 5 o 6 minutos sin motivos y nos quitó un penalti clarísimo a Arruabarrena. Del posible 0-2 en el minuto 90, pasamos al empate en una jugada a la desesperada de Las Palmas en la que no fuimos contundentes. El gol de Marcos Márquez fue un palo. Nos veíamos con la victoria en la mano. No dio tiempo ni a sacar de centro.

¿Y qué dice del derbi de la última jornada de la temporada del descenso a Segunda B?

Habíamos hecho un equipo para subir a Primera y acabamos aquella Liga jugando un partido en Las Palmas de mero trámite, con mucha gente de la cantera, en medio de un ambiente muy hostil... Nos ganaron de penalti, y no sé si fue. El recuerdo fue amargo. Lo único destacable es que pudieron participar muchos canteranos. Fue una tarde muy dura para nuestra institución, porque ponía fin a la temporada del descenso.

¿Más hostil de lo habitual?

Teníamos que afrontarlo. No fue que nos estuviéramos jugando la permanencia y perdiéramos. Ya habíamos dejado escapar todas las opciones y tratamos de afrontar ese derbi con la mayor normalidad posible. No había nada que hacer en cuanto a la clasificación, pero sí en cuanto al honor y al orgullo. Dos o tres semanas antes nos fuimos preparando para lo que nos iba a tocar vivir. Nos cerramos para no volvernos locos.

¿Diría que fue un jugador respetado por la afición amarilla?

No hubo nunca ningún altercado. De hecho, siempre existió un respeto máximo, más que nada por los jugadores del equipo rival. Éramos combatientes, claro, pero nunca hubo ningún problema ni conmigo ni con los compañeros.

Amistad fuera del campo.

Siempre intentábamos ganar, pero la rivalidad quedaba dentro del campo. Nunca dejó de haber cordialidad. Recuerdo tener charlas con ellos en los amistosos de verano, con David García, Nauzet, Aythami... Son buenas personas.

¿Le gustaban aquellas semanas, los días previos?

Eran especiales. Incluso hubo un derbi que me perdí por una lesión, el que acabó en empate con un gol de Maxi en el estadio de Gran Canaria. Lo pasé fatal. Fue desagradable por no poder vivirlo.

¿Recibió o dio algún consejo dentro del vestuario sobre el significado de estos partidos?

Cuando empecé, en 2006, había mucha gente nueva, así que los derbis fueron experiencias sin precedentes para casi todos. Estaban Cristo y Ayoze (García), que sí lo habían vivido, pero no muchos más. No hubo nada especial, más allá de que los canarios vivíamos esa semana de manera distinta. Sí recuerdo que con el paso de los años, los compañeros nuevos me preguntaban cómo se vivían los derbis en Canarias. Les decía que no iba a hacer falta explicar nada, que ya lo iban a ver desde el primer día, en las calles, en los medios de comunicación, en los entrenamientos... Y cuando se subían en la guagua y veían las calles llenas de camino al Heliodoro, se daban cuenta. Era una maravilla.

¿Se sorprendían?

Habían vivido derbis en otros sitios, pero estoy seguro de que el canario fue especial para todos.

¿En qué lugar sitúa los derbis dentro de su trayectoria?

No sé si es porque uno es de aquí y lo vive de manera más intensa, pero están en el podio, seguro, junto al partido del ascenso, otros contra Madrid o Barcelona en Primera. Pero al ser vivencias tan nuestras, las sitúo siempre en lo más alto. Es una cuestión de vivirlos y de sentirlos desde pequeño, de poder formar parte de ello.

¿El equipo con más canarios parte con alguna ventaja?

Sí y no. Si hay canarios, lo sienten con mucha intensidad, pero en este Tenerife hay gente que lleva muchos años y sabe perfectamente lo que significa un partido de este tipo, y me refiero a Aitor, Carlos, Dani... Saben cómo transmitir al grupo, si hiciera falta, que es un partido diferente. Pero esta es una plantilla responsable y con experiencia. Hay una buena mezcla para que el derbi sea bonito y con resultado a nuestro favor.

¿Qué pálpito tiene?

Es una temporada diferente: los dos llegan en un muy buen momento. En otros había más dudas, uno llegaba mejor que el otro. Pero ahora están situados en la parte alta de la clasificación, jugando bien y siendo muy regulares. Creo que va a ser un partido igualado. Estos partidos los marcan los pequeños detalles. Si en el minuto 5 te expulsan a un jugador o marcas un penalti, todo se va por la borda. Si no pasa nada extraño, será igualado, y ahí tenemos nuestras armas y opciones de conseguir algo.

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