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El clásico del ‘tongo’

El ‘Tete’ ganó 0-2 a Las Palmas entre las sospechas de amaño

El periódico ‘Jornada Deportiva’ plasmó lo acontecido en el Estadio Insular el 21 de mayo de 1984. Firmó la crónica Juan Galarza. E. D.

El derbi del 20 de mayo de 1984 es el más recordado de la historia canaria. Las Palmas fue despedida con gritos, pañuelos y objetos al campo.

Es el derbi más recordado de los 32 clásicos que han disputado la UD Las Palmas y el CD Tenerife como visitante. Fue el 20 de mayo de 1984, en el Estadio Insular de Las Palmas, y concluyó con un 0-2 a favor de los blanquiazules bajo la sospecha de 'tongo', ‘arreglo’ o ‘amaño’... Esto es que los amarillos no se esforzaron mucho durante el encuentro evitar el triunfo visitante, dicen las crónicas. Todo derivó en abucheos de los aficionados locales, insultos, gritos, lanzamientos de objetos e intervención de la policía para calmar una situación que se les escapaba de las manos.

Fue la segunda victoria tinerfeña en campo amarillo en toda su historia en competición oficial y la más “sospechosa” de las que ha vivido el equipo chicharrero.

En cualquier caso, este es otro de los hitos de la serie de partidos disputados entre el Las Palmas y el Tenerife que concluyó con victoria visitante, la que buscan los blanquiazules este sábado, a partir de las 17:15 horas, en el estadio de Gran Canaria. De conseguirlo, sería la quinta en 32 partidos oficiales. Ahí es nada.

Y es que la victoria del 'Tete' por 0-2 le acercaba al objetivo de la salvación después de una complicada temporada que ya alcanzaba las 37 jornadas, mientras que la UD se mantenía en tierra de nadie y en caída libre desde hacía varias semanas.

Allí estuvo nuestro compañero Juan Galarza como enviado especial de Jornada Deportiva, que desgranó en su crónica los detalles del partido más recordado de la historia del fútbol canario, sus antecedentes y las dudas y certezas que se vivieron en el Insular.

Ya sobre el campo, la UD Las Palmas hacía gala de un dominio territorial ficticio, ya que las ocasiones amarillas no se materializaban de ninguna de las maneras, bien por la poca puntería de sus puntas o por la defensa comandada por el portero Aguirreoa, tenía una auténtica guagua delante suya a pesar de las necesidades de puntuar.

Y llegó el primer gol tinerfeño en el minuto 23, obra de Gilberto, que dejó nula la presión sin efectividad ejercida por los amarillos. A partir de ahí , y con este guión descrito, la afición ya empezaba a echarse encima de los suyos con cánticos y gritos de ‘tongo’ y los pañuelos al aire. Los blanquiazules, sin embargo, subían líneas y empezaban a poner en aprietos al guardameta local con algunas acometidas hasta el descanso.

En la segunda parte, la losa de la indefinición local se tradujo en la crítica indiscriminada desde la grada, lo que empujó a los amarillos a apretar al Tenerife durante 10 minutos intensos. El buen hacer de la defensa y de Aguirreoa echaron por tierra la pretensión local de conseguir su premio.

Finalmente el gol de Agustín Lasaosa en el minuto 85, que ponía en el marcador el 0-2, acabó con el partido, fue la gota que colmó el vaso y los aficionados grancanarios que se volcaron con todo su arsenal contra su propio equipo. El clásico se lo llevaba el ‘Tete’.

Es sin duda, el partido de la sospecha de ‘tongo’ que siempre estará en el recuerdo.

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