En su novena temporada en el Tenerife y camino de los 300 partidos en Segunda División, a Carlos Ruiz no le coge por sorpresa que el entusiasmo que había despertado el equipo después de cinco jornadas sin derrotas se haya apagado un poco por los resultados adversos más cercanos, ante el Mirandés y el Almería. Habituado a convivir en medio de corrientes de opinión extremas, cree que ni hace dos semanas había que venirse «arriba» ni pensar que el Tenerife es «ahora el peor del mundo».
En el vestuario reina la «tranquilidad» ante las dudas «entendibles» que pueden surgir en el entorno. «Contamos con gente con mucha experiencia, que sabe de qué va esto, y entre todos procuramos tener los pies en el suelo».
Haciendo un balance del camino recorrido, la trayectoria se resume con las «muy buenas sensaciones» que ofreció el Tenerife en los cinco primeros encuentros y con el inconveniente de no lograr sumar en los dos posteriores, a pesar de haber hecho «muchas cosas bien», según Carlos, a quien le da confianza la madurez del grupo. «Sabemos bien dónde estamos, en una categoría muy igualada en la que cualquier detalle decanta la balanza para un lado o para otro».
Pero el defensa granadino no solo encuentra garantías en las sensaciones. También ve argumentos futbolísticos para pensar que la temporada será diferente a muchas de las anteriores. «Con la plantilla que tenemos y con la idea del cuerpo técnico, si conseguimos asimilar los conceptos que nos piden y somos sólidos en defensa, tenemos muchas variantes ofensivas para hacerle daño a los rivales», destaca uno de los tcapitanes del Tenerife. «No somos un equipo vertical, también somos capaces de manejar los partidos cuando hace falta», añade refiriéndose a un conjunto «bastante versátil» y con «argumentos para confiar en que se puede hacer una buena temporada».
De momento, el Tenerife aparece en la zona de promoción. Visitará al Huesca este sábado siendo quinto clasificado. «Todo lo que sea estar arriba es positivo para nosotros y para el entorno. La gente está contenta, pero la Liga acaba de empezar y sabemos que no hemos hecho nada todavía», apunta.
Pide más respeto de los árbitros
La acusación de Ávalos Barrera de que Enric Gallego le estaba «echando teatro» a sus quejas por el esguince de tobillo que sufrió en el partido ante el Almería, dejó «helados» a los blanquiazules que fueron testigos de ese comentario. Carlos recordó que los árbitros no son juzgados en estas situaciones, mientras que los futbolistas reciben enseguida una tarjeta si se «pasan de vueltas» en un partido. Si bien algunos colegiados «saben llevar» a los jugadores que, estando con unas «pulsaciones altísimas», no se dirigen a ellos «de la mejor manera», hay otros que, según el central granadino, actúan con «chulería» e incitan a «protestar más». Aprovechando lo sucedido con Gallego, su compañero pidió un trato más respetuoso de los árbitros hacia los futbolistas.
