Luis Miguel Ramis entró en los vestuarios del Heliodoro Rodríguez López, tras el 2-0 a la Ponferradina, «satisfecho» por el resultado y también por la capacidad que demostraron sus jugadores para «madurar» un partido que tuvo momentos para cada equipo.

«Todas las partes van unidas y lo que pasó en la segunda fue producto de lo que hicimos en la primera, aunque no luciera tanto», argumentó el técnico. «Pero nos impusimos, cuidamos más el balón, nos acercamos más a lo que queríamos, presionamos mejor en el inicio, ellos estaban más cansados y todo eso nos benefició».

El entrenador afirmó que el Tenerife «está preparado para manejar diferentes situaciones del juego», tal como de comprobó ayer. «En el transcurso del partido supimos manejar bien los tiempos para que la Ponferradina no tuviera espacios en posiciones en las que sabíamos que son peligrosos».

Ampliando su análisis del trabajo defensivo del Tenerife, comentó que la idea consiste en que «el rival tenga muchas dificultades para llegar a la portería», pero recordó que los blanquiazules se enfrentan cada jornada a «equipos muy buenos» que, como ocurrió durante la primera parte del partido de ayer, logran «arrinconar» a los insulares en su campo.

En cuanto al rendimiento ofensivo, destacó que el Tenerife «está creciendo mucho con el balón». Al contrario de lo que pasó el fin de semana anterior en la visita al Real Oviedo (0-0), los futbolistas estuvieron «más vivos en las segundas jugadas» y generaron «bastantes situaciones de gol». En cualquier caso, Ramis no se conforma. «Tenemos que mejorar en eso».

Lejos de pretender que el Tenerife sea un «equipo de autor», el tarraconense resumió sus intenciones básicas en que «los jugadores reconozcan» lo que les piden los entrenadores para tener equilibrio en todas las líneas del campo.

Pasando a algunos de los protagonistas del encuentro de ayer, aclaró que Álex Bermejo fue sustituido en el descanso por unas molestias musculares. «Teniendo recursos en el banquillo, preferimos no forzar», indicó antes de referirse a su sustituto, el recién llegado Víctor Mollejo. «Casi sin entrenamientos y viendo un par de vídeos con él, hizo un buen trabajo. Sabíamos que nos iba a dar ese carácter que tiene para no hundirnos en las líneas y buscar situaciones con balones a la espalda, que fue algo que nos costó en la primera parte. Cuidamos más esos detalles e hicimos más daño», señaló.

También fue cuestionado por la participación de Enric Gallego, titular por primera vez con el Tenerife. «Sabe fijar a los centrales y con eso permite al resto de compañeros moverse mejor. Sabía que en la segunda parte lo iba a acusar (el cansancio) porque le exigimos mucho trabajo, pero lo hizo bien».

Por otro lado, confirmó que Álex Muñoz ya ha alcanzado un punto de forma óptimo tras iniciar la pretemporada más tarde por culpa del coronavirus. «Álex había dado un paso adelante y ha estado bien en este partido. Sabe cuál es su trabajo y sus características ya las conocemos todos».

Para terminar, desterró cualquier sospecha que relacione la suplencia de Shaq Moore con alguna causa no deportiva. «Nos dimos un abrazo al final del partido para disipar cualquier duda. Sigue siendo el gran jugador que es y va a ser muy importante para nosotros en esta temporada. De momento, Jérémy está teniendo un buen comportamiento y un buen rendimiento», finalizó.

Bolo: «El primer gol nos hizo daño»

A Jon Pérez Bolo le convenció el rendimiento de su equipo, la Ponferradina, durante el primer tiempo, pero lamentó que sus futbolistas no supieran reaccionar tras el tanto marcado por Elady Zorrilla. «Hicimos una primera mitad muy buena», comenzó explicando. «En la segunda no estaba pasando nada, pero los pequeños detalles marcan las diferencias», dijo pensando en el 1-0, un «buen gol de estrategia» anotado por Elady. «Me hubiera gustado ver a la Ponferradina de la primera parte. En la segunda no supimos jugar el partido. El gol nos hizo muchísimo daño. Pero durante los 90 minutos pueden pasar muchas cosas y nosotros no tenemos que cambiar nuestra forma de jugar por el hecho de encajar un gol. Y cuando fuimos a por el empate, el Tenerife hizo otro buen tanto y a partir de ahí mató el partido».