Prácticamente año y medio lleva la afición blanquiazul sufriendo casi en clandestinidad con su equipo. Alejada del Heliodoro por culpa de la pandemia desde el 8 de marzo de 2020 (victoria frente a la Ponferradina por 1-0), hoy, por fin, la parroquia birria podrá desbocarse en el regreso al recinto de la calle San Sebastián. 

La vuelta de esta tarde va a contar con el aderezo de las superlativas ansias de los hinchas de vivir de nuevo, in situ, fútbol de verdad; y estará además acompañada por las positivas sensaciones generadas con la victoria de los de Ramis en Fuenlabrada. Pero también será un regreso que, paradójicamente, podría producirse en una cifra que rozaría guarismos casi inéditos para el CD Tenerife en sus partidos como local dentro del fútbol profesional.

Más hándicaps.

Históricamente el fiel seguidor del CD Tenerife suele ser algo remolón a la hora de tramitar, antes del arranque liguero, su pase para todo el año. Este curso, los condicionantes negativos son, si cabe, más numerosos. Y es que entre la delicada situación económica derivada de la pandemia por la que podría pasar un sector de la afición, la incertidumbre e inseguridad generadas por la propia covid, las restricciones de aforo impuesta por las autoridades (se limita a un 40 por ciento la asistencia a los estadios), y el hecho de que no se despecharán localidades en la taquilla, harán que esta tarde el Heliodoro ofrezca una imagen poco usual. A lo sumo, algo más de 7.000 espectadores en sus gradas.

Una semana menos.

Serán aquellos que se hayan abonado hasta el pasado día 13. Esa semana menos de margen (para poder organizar el acceso y la ubicación de los seguidores) se convierte en una limitación añadida que deja, respecto a ejercicios anteriores, muy por debajo el número de afiliados justo antes del debut blanquiazul como local. Así, en la campaña 19/20, la más reciente en empezar con público en las gradas, el CD Tenerife ya había convencido a más de 10.000 seguidores. En concreto 10.550 acudieron al estreno frente al Numancia (3-2) el 25 de agosto de 2019.

Con más de 10.000.

En números similares se movió el conjunto isleño en sus dos cursos anteriores. Así, en la 18/19 la entidad tinerfeñista había anunciado que rozaba los 10.000 abonados en las horas previas del estreno en casa. Un 30 de agosto respondieron 12.139 aficionados, que se tuvieron que conformar con el tercer empate seguido de su equipo. Esta vez a dos goles. También anduvo cerca de la citada cifra redonda el Tenerife en la 17/18. Ahí sus seguidores sí se dieron más prisa para poder presenciar el debut frente al Zaragoza (1-0) pese a ser en viernes y un 18 de agosto. Hasta 10.287 seguidores se dieron cita aquel día en las gradas del recinto capitalino.

Un antecedente similar.

Hace casi cinco años (concretamente el 26 de agosto de 2016), las gradas sí dieron un tanto la espalda a su equipo. La entidad del rival (el Sevilla Atlético), que la primera jornada se saldara con derrota en Córdoba (1-0), y que de nuevo el debut en casa fuera un viernes por la noche, dejaron la afluencia en 7.929 birrias. Hoy, por razones muy distintas, se volverá a ver un Heliodoro un tanto desangelado en su estreno. Eso sí, una imagen muy parecida a la que están dejando la mayoría de campos tanto de Primera como de Segunda en esta vuelta del público.

El máximo hubieran sido 8.000

Que el número de abonados en el CD Tenerife sea menor al de otras temporadas a estas algunas del calendario, lejos de generar desaliento ha acabado convirtiéndose en un beneficio para la entidad presidida por Miguel Concepción. Y es que el club blanquiazul podrá atender hoy la demanda de todos sus actuales fieles, toda vez que el Heliodoro solo hubiera podido dar cabida en el duelo contra el Sporting de Gijón a unos 8.000 seguidores. Las obras que se están acometiendo en todas las gradas de la instalación (con especial incidencia en estos momentos en la de Popular) han dejado el aforo útil del recinto capitalino en 20.000 espectadores, por lo que el 40 por ciento permitido por las autoridades se situaría en los citados 8.000 aficionados. Ayer el Cabildo Insular anunció que su intención es agilizar las obras y finalizarlas en septiembre. La premura parece casi obligada para evitar, en caso de que el tope no varíe, un overbooking en dos semanas (4 de septiembre) con motivo de la visita de la Ponferradina.