El primer paso tiene lo suyo. Para el Tenerife se ha convertido en todo un desafío lograr un triunfo en la fecha inaugural. Sobre todo si empieza fuera de casa. De hecho, en Segunda División no lo consigue desde que se impuso al Almería el 26 de agosto de 2006. Aquella fue una falsa señal. El club tardó 14 jornadas en cambiar de entrenador.

Los antecedentes ponen de manifiesto que, por la razón que sea, al Tenerife no se le suele dar bien dar el primer paso en una Liga. Hay una referencia que lo dice todo. Los blanquiazules no ganan en una fecha inaugural de Segunda División como visitantes desde el 26 de agosto de 2006, día en el que derrotaron al Almería por 0-1 gracias a un autogol de De Palmas. Aquel fue un arranque engañoso. En diciembre ya había un nuevo técnico en el banquillo, Juan Casuco por el despedido Krauss.

Es solo un ejemplo de los muchos que, por unas razones o por otras, se han ido dando en los estrenos ligueros en Segunda. A partir de esa victoria en el estadio de los Juegos Mediterráneos, el Tenerife logró tres más, ante el Nástic (2008), Zaragoza (2017) y Málaga (2020), pero en el Heliodoro Rodríguez López. Dentro de otras categorías, se dieron arranques positivos en Segunda B –un 3-1 al Vecindario en 2011 y un 0-2 al Marino en 2012 en el Antonio Domínguez– y uno negativo en Primera –derrota en La Romareda por 1-0–.

Pero los intentos a domicilio en Segunda desde aquel 0-1 en Almería no volvieron a arrojar resultados con el valor de tres puntos. El Tenerife se estrenó en la Liga 07/08 empatando en el Pizjuán ante el Sevilla Atlético, y en la 10/11 (la del descenso a Segunda B) lo hizo con un 4-2 en Montilivi.

Luego, en la etapa posterior al regreso a Segunda en 2013, las decepciones fueron la tónica habitual en cada debut. En 2014 tocó perder en el campo del Alcorcón. Un año más tarde, también con Cervera en el banquillo, se repitió el desenlace en la visita a la Ponferradina. La maldición se acentuó en 2015 con un contundente 6-3 en Los Pajaritos, resultado que empezó a debilitar la continuidad de Raúl Agné. En la 16/17, temporada que estuvo a punto de terminar con el ascenso de los blanquiazules a Primera –derrota en la final del playoff ante el Getafe–, el Tenerife también tuvo que empezar viajando. En concreto, a Córdoba para tratar de superar a un equipo entrenado por Oltra, el técnico del rival de este domingo, el Fuenlabrada. Y la suerte no cambió (1-0).

En las Ligas siguientes hubo un poco de todo, dos victorias en el Heliodoro, ante el Zaragoza (2017) y Málaga (2020), y, para variar, un empate (Tarragona) y una derrota (Zaragoza) a domicilio. Empezar bien se ha convertido en un reto.