El Tenerife cerró la serie de cinco partidos de pretemporada tal como empezó, ganando, esta vez a un rival de su misma categoría, el Málaga, y en campo contrario. Lo hizo mostrándose claramente superior en todas las facetas del juego. El tanto marcado por Elady Zorrilla en el minuto 35, tras un veloz y eficaz contragolpe conducido por Sam Shashoua, decidió el amistoso con el que unos y otros enfilan ya la recta final de una puesta a punto que acabará con el estreno en Liga, en el caso del equipo de Luis Miguel Ramis, dentro de siete días en la casa del Fuenlabrada (21:00 horas).

Solidez defensiva, la base del juego que trae del curso pasado, ideas claras para aprovechar unos recursos que todavía deben ofrecer mejores prestaciones, óptimo rendimiento de cada futbolista y, estas vez, un gol. El Tenerife completó una actuación más que convincente, teniendo en cuenta que ni siquiera ha empezado la competición. Llamó la atención que dominara con tanta solvencia a otro conjunto de Segunda, al menos hasta el tramo final, cuando las tandas de sustituciones, habituales en estos partidos, alteraron un poco el desarrollo del juego. Ahí, un Tenerife formado casi al cien por cien por canteranos –se quedaron los profesionales Soriano, Mellot, Carlos Ruiz y Sipcic–, supo resistir ante un Málaga volcado en la búsqueda del empate e impulsado por la entrada en el campo del extremo Paulino de la Fuente. Y cuando llegó de manera puntual, el peligro que crearon los locales fue neutralizado por un correcto Juan Soriano, que podría haberle ganado la partida a Dani Hernández para ser titular en Liga.

Precisamente, el test de ayer, por ser el último, ofreció pistas sobre el equipo que, en teoría, opondrá Ramis al Fuenlabrada el próximo domingo. Faltaron jugadores con cartel de fijos, como Shaq Moore, incorporado esta semana tras su participación en la Copa Oro, Aitor Sanz y Álex Muñoz. El centrocampista y el lateral izquierdo se quedaron en la Isla por precaución, al tener molestias. Pero con o sin ellos, el once de la competición se parecerá mucho al de La Rosaleda. A lo mejor, el entrenador no opta por el canterano Jéremy Socorro para cubrir el lateral izquierdo y sí por Pomares; mete a Shaq por Mellot o sitúa a Aitor Sanz en el centro, si el madrileño se encuentra en condiciones de jugar... Pero, en general, no deberían producirse muchos cambios en el estreno. A falta del fichaje de un goleador, el equipo está hecho para arrancar.

Aparte de pistas, el amistoso de aportó más información sobre algunos futbolistas, fundamentalmente de los fichajes. Por lo visto ayer, Corredera y Míchel Herrero son algo más que volantes ofensivos. Sobre todo durante el primer tiempo, se adueñaron enseguida del medio, uno haciendo gala de su dinamismo y descaro, y el otro, tirando de oficio y visión de juego.

En las bandas, Nono (derecha) le puso empeño pero pasó desapercibido en la fase ofensiva, mientras que Bermejo (izquierda) sí dejó algunos destellos. En cambio, el mediapunta Shashoua volvió a marcar diferencias. Lo del inglés ya no es noticia. Se siente en su salsa inventando acciones de ataque, ya sea con algún disparo desde cualquier distancia –ayer, en los minutos 12 y 22, rondando el borde del área– o llevando las riendas de un contragolpe por el lado izquierdo que resolvió sirviéndole en bandeja un gol a Elady, el único del encuentro.

A falta de un delantero centro –en la plantilla profesional, Joselu no cuenta y Manu Apeh sigue sin poder regresar de Nigeria–, Ramis ya ha probado varias veces con el jienense como referencia, haciendo de la necesidad una virtud. Y es que, sin ser un especialista puro, el exfutbolista del Cartagena sabe de qué va esto de moverse en el área contraria. Y tiene gol. Ayer lo demostró cazando el pase de Sam.

Así, con el buen manejo de Corredera y Míchel, la inspiración creciente de Shashoua y las alternativas de Bermejo –protagonizó la primera ocasión y tuvo una clarísima en el 42’, tras un córner, que despejó un defensa casi sobre la línea de gol– y Elady, el Tenerife logró llevar el partido a su terreno y anuló a un Málaga que no inquietó a Soriano hasta el arranque de la segunda mitad, con un disparo potente de Luis Muñoz. Fue un aviso de que el equipo de José Alberto López tenía otras intenciones. Había vuelto del tiempo de descanso con un punto de velocidad más alto, siendo más agresivo. Pero el Tenerife, ordenado en su campo y tratando de sorprender con algún contragolpe, fue capaz de resistir sin dar la sensación de que el triunfo corriera verdadero peligro. Loren Zúñiga no acertó a convertir en gol una pérdida de Thierno cerca del área y Luis Muñoz desperdició la última ocasión, tras un pase desde la derecha de Paulino, ya en el tiempo extra.

En definitiva, el Tenerife aprobó en su ensayo general. Con la Liga a la vuelta de la esquina. Otra cosa es lo que suceda el domingo que viene en el Fernando Torres. Ahí ya habrá puntos en juego. Los tres primeros de la temporada.