Las obras del Heliodoro Rodríguez López están completamente paradas desde el pasado 28 de mayo y amenazan seriamente el inicio de la próxima Liga para el CD Tenerife. Con los plazos muy justos, la entidad insular pretendía contar con la totalidad del aforo disponible para que el cálculo de las autoridades sanitarias (está previsto permitir el acceso de entre el 50 y el 70 por ciento) no menguara las posibilidades de acceso de los seguidores blanquiazules. Para ello, la grada de Popular debía estar terminada antes de mediados de agosto.

Con el parón, que entra en su tercera semana, parece complicado que se llegue a tiempo. De entre once y trece mil plazas disponibles, si el CSD confirma las previsiones, se pasaría a unas 3.000 menos en el peor de los casos. No obstante, existe el compromiso por parte del Cabildo Insular de poner remedio a esta situación con cierta urgencia. La cuestión está relacionada con la diferente duración entre la dirección facultativa de la obra, que tenía un contrato de nueve meses, y el plazo de ejecución de la misma, que era de un año.

Esto ha obligado a parar los trabajos hasta que se saque a licitación, se elabore el expediente y se dote de presupuesto, lo que desembocará en el nuevo contrato. La Corporación Insular tenía previsto que todo ese proceso burocrático se desarrollara en apenas dos semanas, pero se cumple la tercera desde que la grúa abandonó el Heliodoro Rodríguez López antes del final del pasado mes.

Al margen de los problemas derivados de la reducción de aforo, el CD Tenerife se prepara para otro posible inconveniente. La prórroga concedida por LaLiga para adaptar la iluminación al reglamento para retransmisiones televisivas, vigente desde 2017, ha finalizado. El organismo que preside Javier Tebas alargó los plazos en virtud de dos condiciones importantes en 2020: el estallido de la pandemia y un reajuste en el proyecto de las luminarias del Heliodoro.

El Consejo de Gobierno del Cabildo ya aprobó a principios de abril el expediente de contratación y los pliegos de cláusulas administrativas y prescripciones técnicas del proyecto de instalación eléctrica para esos nuevos equipos de iluminación, una licitación que cuenta con un presupuesto de 1.254.158,84 euros.

La previsión era que, una vez concluyeran los trabajos en la parte baja de Herradura y en la zona de Popular, se acometieran el reforzamiento de los pilares y la instalación de las luminarias, que se adaptarían a los requisitos impuestos por LaLiga y convertirían el estadio en una instalación más sostenible al limitar su gasto energético con la tecnología LED.

El problema estriba en el retraso de la obra, que podría conllevar que la iluminación no estuviera disponible a mediados del mes de agosto. Esto acarrearía multas en cada comparecencia como local del CD Tenerife hasta que se ajustara a las exigencias previstas.

La pelota está en el tejado del Cabildo, que debe resolver esta incidencia burocrática y sacar adelante, en tiempo récord, unos trabajos en los que ya ha perdido casi tres semanas. En las oficinas blanquiazules crece la preocupación a la espera de que se resuelva esta complicación.

La alternativa, jugar fuera de casa

Empezar la Liga a domicilio para ganar un margen de una semana más sería el primer paso del CD Tenerife si todo se complica. En caso de que el estadio no estuviera disponible, situación que ahora ni se plantea, tendría que emigrar a una instalación que cumpliera los requisitos del fútbol profesional. El Estadio de Gran Canaria o uno en la Península serían la alternativa. Hay tiempo para evitarlo.