«Sí, habrá campaña de abonos». Fuentes del CD Tenerife han confirmado a El Día que este verano recuperará una de las tradiciones previas a cada Liga: se volverán a comercializar los pases de temporada. Con el regreso de los aficionados confirmado (ya están entrando 1.500 espectadores en el playoff y hubo público en las últimas jornadas en los campos situados en regiones en nivel 1), los clubes se lanzarán a vender abonos en los próximos meses.

El condicionante principal es conocer el porcentaje de aforo que permitirá el Consejo Superior de Deportes (CSD) que, junto al Ministerio de Sanidad, tiene la última palabra. Con el avance de la vacunación, el verano y el progresivo descenso de la IA en España, LaLiga espera que esté por encima de la mitad de la capacidad de cada recinto. «Para agosto, si seguimos las palabras del presidente del Gobierno en las que dice que casi habrá inmunidad de rebaño, estaremos en unos aforos muy elevados. No sé si totalmente llenos, pero en aforos superiores al 60-70%», dijo hace unos días Javier Tebas en Gol.

En el caso de la entidad insular, la capacidad estaría entre 13.000 y 15.000 espectadores. Esta previsión optimista del presidente de LaLiga superaría incluso el número de abonados de la temporada 19/20. Esto permitiría, de sobra, recuperar los cinco partidos pendientes de aquella a los 8.000 que decidieron acogerse a esta compensación durante la 20/21.

Como esta afirmación de Tebas no deja de ser una previsión, en las oficinas del Heliodoro Rodríguez López se estudian desde hace semanas las distintas posibilidades de comercialización. Se da por descontado que los más fieles tendrán el descuento correspondiente por mantener su pase en esta campaña pandémica en la que, finalmente, no se pudo acceder al estadio.

A partir de ahí, el Tenerife se plantearía incluir condicionantes a la hora de poner a la venta sus pases en función de las restricciones sanitarias que pudieran darse. No se prevé un aumento de los precios, sino que más bien se plantea la posibilidad de realizar un esfuerzo para recuperar a los fieles después de 17 meses sin acudir a ver en directo a su equipo.

Uno de los asuntos a tratar será el de la reubicación, puesto que la normativa de distancias y aforos podría provocar que algunos abonados no pudieran mantener su sitio habitual. El club explicaría, llegado el momento, cómo se procedería en cada caso. Además, se seguirá el protocolo de vuelta del público a los estadios que tiene cada SAD en su poder desde hace meses. El control de accesos, horarios y la obligatoriedad de llevar mascarilla o no consumir comidas y bebidas en el recinto deportivo podría mantenerse.

Por tanto, se recuperarían los ingresos del ticketing. Pero no así los de las cantinas, que podrían permanecer cerradas al menos en el tramo inicial del Campeonato. En cuanto a las entradas, en función del aforo permitido se podrían comercializar la semana previa a cada encuentro en casa. La venta se realizaría, en aras de favorecer el control, por internet y las localidades serían nominales. Tanto el CSD como Sanidad deberían también pronunciarse sobre el acceso de afición visitante, algo prohibido por el momento.

Con todas estas dudas, el mes de junio será de transición. El Tenerife prepara distintos escenarios y planea sacar esa campaña de abonos 21/22 en la primera semana de julio, aunque esa fecha podría verse modificada en función de las decisiones gubernamentales. La temática de la misma pivotará en torno a dos grandes objetivos: el regreso de la afición al Heliodoro y la temporada en la que empezará a festejarse el Centenario.