José Manuel García Naranjo (Rociana del Condado, 28 de julio de 1994) está de vacaciones en Huelva. Quiere desconectar dos semanas antes de decidir si se queda en el Tenerife en la 21/22 o rescinde, que son “las fórmulas en el último año de contrato”. 

¿Qué tal le ha ido en Chipre?

Muy bien. Estuve poquito tiempo el año anterior y casi no pude disfrutar del club, del fútbol o de la ciudad por el tema del covid-19. Este año sí he podido disfrutar algo más, aunque ha sido un año complejo. Estoy muy contento.

¿Se puede decir entonces que se ha reencontrado con una mejor versión suya?

Prácticamente lo he jugado todo, salvo los cuatro o cinco últimos partidos en los que no jugué de inicio. He actuado en todas las posiciones de ataque, que es importante por la variedad. Y además he hecho goles y he dado asistencias, que es lo que más me gusta.

¿Qué le dicen en el AEK Larnaca? ¿Están contentos?

Sí, yo creo que he dejado un buen sabor de boca. Siempre se puede mejorar y esa es mi intención. Pero para eso trabajo día a día, para aprovechar cada oportunidad que me den.

¿Es ahora un José Naranjo distinto al de hace año y medio? ¿En qué?

Los años no pasan en balde y la experiencia es un grado. Ser consciente del potencial que tiene uno, de lo que puede hacer, es fundamental. Creo que eso es lo más importante.

Le queda un año de contrato en el CD Tenerife. ¿Qué va a pasar con su futuro?

Acabo de regresar de Chipre y estoy empezando las vacaciones. Me gustaría desconectar una a dos semanas. Luego hablaré con mi agente a ver qué sucede. El día 1 de julio vuelvo a ser del CD Tenerife porque me queda un año de contrato. No sé qué va a pasar.

¿Pero de verdad quedarse en la Isla es una opción real?

Siempre es viable. Es una posibilidad. Pienso que puedo dar mucho de mí. Ahí se dieron unas circunstancias, aunque yo hago autocrítica, que no me permitieron sacar a relucir todo lo que llevo dentro. Estoy al cien por cien física y mentalmente, tengo ganas de dar lo mejor de mí cada día y no me cierro a ningún escenario.

Entiendo que querrá relanzar su carrera en España, demostrar que le queda mucho por dar.

Sí, claro. Si es que solo tengo 26 años. Es una edad excepcional, pero además he vivido muchas situaciones. Tengo bastante experiencia. Me gustaría disfrutar, hacerlo bien y jugar mucho.

¿Ha mantenido el contacto con Juan Carlos Cordero?

Alguna vez he hablado con Juan Carlos Cordero, pero por otros temas. Mi agente sí que habrá hablado con ellos, pero no tengo noticias o cosas que aportar de eso.

Vamos, que le toca esperar.

En estas semanas descansaré y, a partir de entonces, tomaremos las decisiones oportunas para jugar en un sitio u otro.

¿Es una situación distinta a la del verano pasado al ser el último año de contrato?

Entiendo que sí. Las fórmulas las conocemos: bien quedarme en Tenerife o rescindir contrato. Estoy con ganas, con energía. La gente me conoce, sabe lo que puedo dar. Cada uno tendrá una opinión, siempre respetable, eso sí.

Dígame una cosa: ¿Cómo ha llevado las críticas en Tenerife?

No te voy a negar que se pasa mal. Muchos saben lo que ha pasado. Tenía otras posibilidades cuando elegí el Tenerife. Tenía un contrato de más dinero en una liga más potente, pero me decidí por la insistencia de Alfonso Serrano, el cariño de la gente y todo lo bueno que se hablaba del club. Llegué y, de buenas a primeras, me veo crucificado. Es difícil que salga a relucir lo que llevas dentro y te salgan las cosas como quieres. Si la situación hubiese sido distinta, hubiese rendido mucho más. Aún así, hice goles y asistencias. Sin jugar de delantero. Creo que en punta igual se hubiera dado otro escenario mejor.

Pero algo habrá hecho mal José Naranjo. Haga autocrítica.

No sé si hice algo mal de forma inconsciente. Soy un chico humilde, sencillo y siempre con ganas de trabajar. Me gusta ayudar al compañero. Te lo puede decir el que me conoce realmente. Puede que no transmitiera lo que la gente demandaba y que eso me perjudicara. Pero no se me ocurre otra cosa.

¿Entiende que le perjudicó el contexto colectivo, los malos resultados del equipo?

Evidentemente. En un año y medio tuve cinco entrenadores y tres directores deportivos. Me trajo un director deportivo, que para mí es una referencia. Él se va en mes y medio, el proyecto se diluye. Luego llegan todos los cambios. La gente de fútbol sabe cómo funciona esto. No quiero decir que el aficionado no pueda expresar su opinión, pero la estabilidad es muy importante para que un club vaya bien.

¿Es el Tenerife el club, en los que usted haya estado, donde mayor presión hay alrededor?

Es posible. Cada sitio tiene sus cosas y eso no se puede cambiar, ni lo pretendo. Pero sí creo que se podrían mejorar ciertas cosas. Si el Tenerife quiere conseguir un objetivo grande, todos deben remar en la misma dirección. No debería haber tanta discrepancia ni tantos malos rollos o intereses. En otro contexto creo que se podrían conseguir mejores cosas que con esta inestabilidad.

¿Cuáles fueron sus mejores momentos como blanquiazul?

Fue bonito debutar ante el Nástic, me sentí cómodo. Luego, el derbi claro. Por el gol y el ambiente. Son momentos bonitos e imborrables, de los que se te quedan marcados.

Puede que las críticas hayan ido relacionadas con el alto coste de su fichaje.

Puede que sí. Cada uno actúa como quiere o como le convenga. El coste de la operación fue la que fue. Yo es que tenía contrato en otro equipo y vino el Tenerife. En el fútbol es así, no me inventé yo la operación. Cualquiera que esté leyendo se pensará irse a otra empresa si le ofrecen lo que cobra +3. Luego, si no te salen bien las cosas tendrás que asumirlo. ¿Pero qué haces? Adrede no lo has hecho. Uno siempre quiere mejorar. De mi compromiso nadie puede dudar.

Pues hubo quien lo puso en tela de juicio sí.

Si es que llegué a escuchar incluso que el día anterior al primer derbi forcé la amarilla intencionadamente para no jugar el derbi, para borrarme. ¡Qué más quisiera que haber jugado! ¿Cómo se puede pensar eso? Es que es surrealista. Tampoco se dice que el día del Oviedo, que nos jugábamos la permanencia, jugué infiltrado. Si me importara solo el dinero, no haría eso. Pero nos jugábamos todo y no dudé. Si no se sabe la verdad, hay gente que quiere manchar el nombre de uno o meter cizaña. Eso funciona así. Y siempre hay algunos que creen a estos que tienen sus intereses.

Expréseme su deseo para la próxima temporada.

Soy sincero, como en toda la conversación y cada vez que he hablado. A nivel personal no te podría decir porque necesito reflexionar, desconectar un poco antes de decidir viendo lo que se me plantea. Lo que sí te puedo decir es que deseo, conmigo en el equipo o sin mí, que al Tenerife le vaya muy bien. Que se haga un buen proyecto y que esa unión de la que te he hablado antes permita conseguir ese ansiado ascenso a Primera División. El club hizo una fuerte apuesta por mí y siempre le voy a desear lo mejor. No porque no me haya ido tan bien ahí voy a desear algo malo. Ojalá vaya todo el mundo a una, que es lo más importante, y que se consiga el objetivo.