El Tenerife está en deuda con sus aficionados. Aun entendiendo las dificultades que cualquier profesional tiene para mantener la tensión al máximo cuando el objetivo mínimo está alcanzado y nada importante queda en juego, la primera parte del partido contra el Mallorca es imperdonable. Fue un ejercicio de conformismo y relajación impropio del credo que ha llevado a los de Luis Miguel Ramis desde las profundidades de la tabla clasificatoria en diciembre a la salvación en mayo. Es una traición a la identidad que tan buen resultado ha dado en estos meses.

Es por eso que el encuentro de hoy con el Espanyol supone una oportunidad de hacer las cosas bien, cumpliendo con la profesionalidad debida y acreditando ante un equipo ya ascendido que este equipo puede competir contra cualquiera. Aunque acabe perdiendo. Pero que sea porque es peor que su rival, no porque ponga menos sobre el terreno de juego. Con la lección aprendida y grabada a fuego desde la bronca de Ramis al descanso el pasado miércoles, el hueso a roer esta tarde puede que incremente incluso la dificultad de la ensaimada balear del último día.

El Espanyol, liberado de presión, quiere el último premio de la temporada: el campeonato de Segunda. Le basta con una victoria ante los insulares porque tiene el average ganado a su inmediato perseguidor. Lo sabe su entrenador, Vicente Moreno, y lo han repetido hasta la saciedad los jugadores pericos esta semana.

Con un día más de descanso y una plantilla de lujo, da igual si el técnico prescinde de alguno de sus titulares más incisivos. A Raúl de Tomás, ausente desde el triunfo ante el Málaga hace tres jornadas, le está sustituyendo con éxito Dimata. Y en el enorme caudal ofensivo espanyolista quedan todavía los Puado, Embarba o Vadillo para asustar a la zaga adversaria. También dará un poco igual si tienen descanso Keidi Bare, como en Ponferrada, o Darder. De nuevo cuenta Moreno con una nómina de lujo también en el eje.

Contra esto solo queda mantener las luces encendidas y llevar el choque a un terreno que incomode a los locales. Ramis lo intentará devolviendo la titularidad a algunos pesos pesados como Aitor Sanz, Shaq Moore o Fran Sol. Y queda la duda de si dará descanso a Shashoua, que disputó los 90 minutos contra el Mallorca. Es de suponer que rotarán los laterales zurdos y Pomares recuperará la plaza. Serantes vivirá su segundo día como protector de la meta insular y Sergio González repetirá como central. En el catálogo de oportunidades esperan su turnolos canarios Suso Santana y Jorge Padilla.

Presentados los actores, conviene repasar el escenario. No ha ganado jamás el CD Tenerife en feudo perico. Sea Sarriá, Montjuic o el RCDE Stadium, donde fue atracado en su última visita cuando le pitaron un penalti por mano fuera del área de Jorge Sáenz en la Copa del Rey. Antecedentes y árbitro no suelen ir unidos, pero no se pueden separar estos datos si hoy imparte justicia Óliver de la Fuente Ramos, con el que no ha ganado el equipo tinerfeño en sus últimas diez coincidencias.