El CD Tenerife y Luis Miguel Ramis quieren que la relación continúe. Pero con condiciones. No será un matrimonio en gananciales ni un cheque en blanco. Las dos partes pondrán sus exigencias y limitaciones sobre la mesa en una negociación que se abrirá oficialmente esta misma semana. La intención es que la próxima, libre de partidos después de la visita al Espanyol del lunes, sirva como fecha de caducidad de unas conversaciones que deberían llegar a buen puerto antes de la finalización del Campeonato.

El club valora del técnico su capacidad para dar la vuelta a la situación clasificatoria y anímica que se encontró en la jornada 13, después de la destitución de Fran Fernández. Aceptó entonces, con el único requisito de rodearse de sus tres colaboradores (Josema Gil, Iván Madroño y Miguel Ángel Fernández), e incluso con un calendario por delante que le impedía juntar tres sesiones de entrenamiento hasta casi un mes más tarde. Reflotó la nave, demostró versatilidad para adaptarse a una plantilla limitada en calidad y encontró el camino para salir de las últimas plazas.

Su balance: 37 puntos en 26 partidos. Los ha repartido en 10 triunfos, 7 empates y 9 derrotas, anotando 25 goles y encajando 20. Entre sus méritos, ser el cuarto conjunto menos goleado de la categoría por detrás del Espanyol, el Mallorca y el Sporting. Y es precisamente esa parte la que más gusta: la solidez y la competitividad del bloque. Entiende Juan Carlos Cordero que darle continuidad, realizando mejoras en la plantilla, podría dar ventaja en la temporada 21/22. “Siempre es mejor que empezar de cero”, dicen en el club para sostener este punto.

En contra de sus intereses juegan la mala racha reciente, el carácter algo distante del entrenador tarraconense y su escasa predisposición a vincularse a la cantera durante estos meses.

Preocupa menos la presión popular. “Si viene un técnico nuevo y empieza mal estaremos igual”, dicen para argumentar que el desgaste se combate con buenos resultados en el arranque del Campeonato de Liga.

Pero Ramis también tiene sus condiciones. Pedirá una mejora para su equipo de trabajo, aunque la parte económica no debería convertirse en un obstáculo. Y sobre todo, garantías de que el nuevo proyecto puede dar un paso adelante en ambición. Es aquí donde puede hallarse la principal dificultad, puesto que el Tenerife desconoce a día de hoy el tope salarial que manejará el próximo ejercicio. Debe afrontar, además, salidas que condicionarán en este ámbito su gasto. Nombres como Nahuel Leiva o José Naranjo regresan a la disciplina blanquiazul y a ellos podrían unirse en esta lista varios integrantes de la plantilla 20/21. Desde la dirección deportiva se entiende como inviable una reforma en profundidad.

Crece en las oficinas del Heliodoro el convencimiento de que hay que dar espacio a la cantera y la pretemporada arrancará con cinco o seis jóvenes talentos a las órdenes del técnico del primer equipo.

Ocurre además que Ramis cuenta con otras opciones, equipos que le han tanteado y que están en disposición de realizar una apuesta más ambiciosa. Su prioridad sigue siendo el Tenerife. Pero Cordero deberá venderle bien el proyecto. Él, en cambio, deberá adaptarse a la realidad del club. En el punto medio andará la solución. Límite: 15 días.