Los fantasmas del descenso amenazan con quebrar la tranquilidad de un CD Tenerife que amarró la permanencia virtual hace más de un mes, pero que no acaba de ratificarla con una última victoria. Errores propios y de los árbitros, sanciones y lesiones han cambiado la expresión postemporada por la de triste epílogo para los blanquiazules.

El Tenerife se ha metido en una espiral negativa y, aunque está a solo una victoria de alcanzar la luz al final del túnel, empieza a mostrar síntomas de agotamiento físico y mental. Varias razones explican la preocupación que ya no se esfuerzan en ocultar técnico y jugadores en sus últimas declaraciones.

Los resultados.

Lleva cinco jornadas sin ganar, pero además solo ha logrado una victoria en los últimos nueve partidos. El balance de 3 de 15 puntos posibles desde que ganara al Sporting de Gijón el pasado 9 de abril permiten ya hablar de crisis. Sus cifras goleadoras, de por sí exiguas durante todo el Campeonato, han ido a peor en este tramo: un solo tanto en cinco encuentros.

Adiós a la racha en casa.

Diez partidos llevaba sin perder el conjunto blanquiazul en casa. El Sabadell fue el último en llevarse los tres puntos de la Isla (3 de diciembre). Desde entonces, los de Luis Miguel Ramis ganaron seis duelos (Girona, Cartagena, Ponferradina, Alcorcón, Albacete y Sporting) y empataron cuatro (Leganés, Fuenlabrada, Las Palmas y Castellón). El Almería rompió esa racha. Además, los insulares se quedaron sin marcar en su feudo por primera vez en 2021.

El derbi, inflexión.

El Tenerife afrontó el clásico del fútbol canario con diez puntos de ventaja sobre el descenso y a nueve de los puestos de playoff. Era su última oportunidad de colarse en la lucha por el objetivo ambicioso y el empate ante la UD Las Palmas pareció restarle brío. Descartado el sexto puesto, la distancia con los cuatro últimos podría verse acortada por debajo de los dos partidos de diferencia en función de los resultados que se den durante este domingo.

Lesiones.

En este tramo de crisis de resultados, Ramis ha ido perdiendo efectivos a ritmo de uno por jornada. Los tres primeros cayeron en la visita al Logroñés (Ramón Folch, Pomares y Wilson). En la semana previa a la visita al Cartagena se lesionaron Álex Muñoz y Álex Bermejo, además de Zarfino en ese duelo. El último en caer fue Carlos Ruiz en Montilivi.

Sanciones.

El día del derbi vieron la quinta amarilla los dos centrales titulares (Sipcic y Carlos Ruiz), que no jugaron en Las Gaunas. La semana siguiente, ante el Sporting, le tocó a Aitor Sanz. Cumplió ciclo en Cartagena, día en el que fue amonestado Javi Alonso. El tinerfeño se perdió la visita a Miranda de Ebro, donde le tocó el turno a Pomares. Este fue baja contra el Castellón, día en el que vio la roja directa el reaparecido Alonso. El pasado viernes fue Alberto el expulsado. Se perderá la visita a la Nova Creu Alta del domingo.

Otros errores.

Un fallo de Fran Sol contra el Logroñés puso en bandeja el gol de los riojanos. Otro de Alberto regaló el empate al Castellón. Ese mismo día falló Nono un penalti. Sin olvidarse de los colegiados, porque Galech Apezteguía anuló una acción que debió acabar en gol tinerfeño ante el Mirandés por un choque entre dos jugadores locales en el que observó falta. No es el único fallo arbitral del que se quejan los blanquiazules, aunque los más graves están fuera de este tramo de temporada (la roja a Pomares en Oviedo, y a Álex Muñoz en casa contra el Fuenlabrada o el gol anulado en Zaragoza).

Solo un precedente peligroso

El Mirandés de la temporada 13/14 es el único equipo que, en las últimas temporadas, ha perdido hasta siete puntos de ventaja con el descenso después de la jornada 37 para acabar descendiendo. Cierto es que finalmente repitió en Segunda por el descenso administrativo del Real Murcia, pero los burgaleses sumaron solo 2 puntos de 18 posibles en las últimas seis jornadas para firmar 50 a final de curso. Esa cifra, normalmente garantía de salvación, le situó decimonoveno aquel curso. Desde esa temporada, la Cultural Leonesa es el equipo que mayor ventaja desperdició (cuatro puntos) para acabar viajando, sin querer, hacia la Segunda División B.