Santa Cruz salda hoy su deuda con la Medalla del Mérito Deportivo. Ayer, el Tenerife le otorgó el premio Leyenda por el ser el segundo con más partidos en su historia.

¿Qué supone para usted la entrega del Premio Leyenda?

Una sorpresa. Vine por otro motivo, aunque Quique (Medina) ya me había dicho que habría otras cosas. Para mí es una gran alegría recibir ese premio, estar dentro de la historia del CD Tenerife y el reconocimiento, que es una alegría más de las que me dio mi paso por el club.

Verse, tantos años después, en el top 3 de jugadores con más partidos en la historia del Tenerife tiene que ser un orgullo.

Sí, no es fácil. Eso significa que has estado muchos años y que has jugado mucho cada año. Además, siempre en Primera y con muchos partidos de Copa o en Europa. Tiene mérito. Para mí, el reconocimiento mayor es cada partido y tenerlo simbolizado en el trofeo es muy bonito. La perspectiva del tiempo hace que lo valores más.

Encima en la irrepetible época dorada.

Te pones ahora y ves que es muy difícil conseguir todas las cosas que se consiguieron, como jugar en una semifinal de Copa o de Copa de la UEFA. No era fácil en una competición como la española. Tiene muchísimo mérito.

¿Es consciente ahora de lo que consiguieron entonces?

El tiempo te pone en el sitio real porque en aquel momento veías que teníamos buen equipo y una gran afición. Pero hay muchos que tienen esas armas y no llegan a conseguir los hitos que logró el Tenerife en esos diez años. En el Celta haremos diez años la próxima temporada en Primera y sabemos que no es fácil. Es que primero hay que subir, en una promoción increíble contra el Betis, y luego todo lo que vino.

El Tenerife era noticia día sí, día también. Se codeaba con los grandes. ¿A ustedes les llegó a parecer normal?

En determinados momentos no era fácil enfrentarse a nosotros, venir al Heliodoro. Lo hablo con Ratkovic o Gudelj, que están en el área deportiva conmigo, y decían que era difícil porque iban a correr detrás de la pelota. Aquel Tenerife era reconocible, no solo por los resultados, sino que éramos un gran equipo y se nos reconocía por un estilo o una forma de jugar. El resultado es lo que importa, pero el juego queda mucho en la memoria de los aficionados.

Jorge Valdano, Jupp Heynckes, Redondo, Pizzi, Jokanovic… Pero el capitán de todo aquello era usted.

Me tocó ser el capitán sí y fue un orgullo. Tuvimos grandes jugadores, como los nombrados y muchos otros.

¿Cuál fue su momento? ¿El gol de Auxerre quizás?

El partido más épico fue el de Auxerre, fue de otra época. Es algo muy difícil de repetir. Marqué el gol, pero fue todo lo que vino después. A nivel individual, el gol de Olympiacos. Todavía lo veo y me sorprende de que intentase eso. Lo de Auxerre fue entrar en la historia de las gestas. Aunque quizás aquel gol en la promoción contra el Depor tuvo mucha importancia por la permanencia.

Hay dos figuras de la época muy importantes: Javier Pérez y Santiago Llorente. Hábleme de ellos.

Javier era un soñador. Creo que logró cosas que estaban por encima de sus sueños. Él había imaginado ser un equipo importante en Primera. Si no lo hubiese pensando él, no lo hubiésemos conseguido. En cuanto a Santiago, diré que tenía buen ojo. Trajo jugadores muy importantes. Acertó mucho.

Fueron ellos los que le convencieron de ser el primer jugador en acogerse al 1006, de salir vía cláusula de rescisión.

No era fácil porque estaba en el Sporting y había ido a la selección española. Yo creí en esos sueños de Javier, me agarré a ello y confié. Fui creciendo como jugador y mi trayectoria creció al nivel del club. Creo que acerté y disfruté mucho de aquella etapa.

¿Fue el equipo de su vida?

Sí. Estuve 13 años aquí, 10 como jugador. No soy mucho de cambios y aquí encontré estabilidad. Me encontré con entrenadores que coincidían con mi tipología como jugador. Hubo años en que era una gozada disputar cada partido con el Tenerife.

¿Cómo fue el ocaso de aquella época gloriosa que vivieron en los años 90?

Me tocó vivirla. Descendimos con muchos internacionales y eso le ha pasado a más equipos. En el Celta, por ejemplo, hemos sufrido mucho con grandes jugadores. En el Tenerife no se dio la compenetración plantilla-entrenador. Se cometieron errores, pero muchos jugadores se fueron y triunfaron en otros grandes equipos.

Pasó luego por la cantera y la dirección deportiva, pero tuvo que irse.

Estaba contento en el fútbol base, pero se fue Santiago Llorente y pasé a la dirección deportiva. Me tocó estar el año del ascenso con Rafa Benítez. Me fui por alguna decisión con la que discrepaba, pero seguí llevándome bien con los dirigentes. Una cosa no se debe mezclar con la otra.

Después ha pasado por el banquillo y la dirección deportiva de varios equipos.

Entrené y me surgió la aposibilidad rn el Rayo Vallecano lo de la dirección deportiva. Ascendimos de Segunda B a Primera y estuvimos cinco años, que es el récord del club. Luego vine al Celta y aquí me siento feliz, a pesar de dos años de sufrimiento.

¿Cómo ve al Tenerife desde la distancia?

Lo he visto algunos partidos y creo que es un equipo al que es difícil ganar, pero que también le cuesta ganar. A veces le cuesta encontrar ese elemento diferencial para acabar haciendo caer de su lado los partidos. La Segunda es muy difícil. Tienes que encontrar un buen año. Es muy mental, rachas buenas y rachas malas.

Ahora lo dirige Ramis, al que conoce bien.

Como entrenador lo conozco más de su etapa en el Real Madrid. Hizo buenas temporadas en Albacete y jugó el playoff. Ha sacado al Tenerife de una situación complicada y luego la gente quiere más. Es normal. Pero espero que se den las circunstancias para que llegue el momento del Tenerife.

Respetando a Juan Carlos Cordero y al Celta, ¿se ve en el Tenerife de nuevo?

Creo que sí, que en algún momento puede pasar. Pero ahora Juan Carlos está haciendo un buen trabajo y yo estoy muy a gusto en el Celta. No voy a negar que me atrae venir a la isla, que tengo amigos y mucha gente conocida. Uno nunca sabe. No es fácil planear cosas así.

Usted le ha dado espacio a los jugadores de cantera tanto en el Rayo como en el Celta. ¿Recomendaría algo así en la Isla?

Lo más importante es que sean buenos. En el Celta es algo que está instalado en el club, que ellos quieren que sea así. En el Rayo no tanto. Sacamos dinero con jugadores como Embarba, Lass o Baptistao. Creo que a veces depende más de los chicos que de las ganas que pueda tener uno. El Tenerife tiene algunos, a Javi Alonso que está participando más o a Jorge Padilla, que juega menos. Pero el público es exigente. Y a veces critica más a los de la tierra si les fallan. Lo que sí es cierto es que ver a alguien de casa jugando llama mucho más. El Tenerife puede tenerlos, pero depende de ellos y de los técnicos del primer equipo. Hay gente que está más acostumbrada a dar oportunidades y otros a los que les cuesta más. Para los entrenadores es difícil si no dan un rendimiento inmediato.

Pues hoy es el gran día. ¿Recordaba que tenía una medalla pendiente de recoger?

Sabía que me habían concedido algo, pero no recordaba el qué. No soy mucho de reclamar ni de estar pendiente. Lo agradezco mucho.

¿Qué le dice la gente que se ha encontrado en estas horas?

He encontrado mucho cariño. Me dicen ¡Qué tiempos aquellos!. Y que a ver cuándo vengo al Tenerife. Me preguntan. Es complicado de responder.