El Tenerife quiere dejar sellada su permanencia alcanzando la cifra estimada para evitar riesgos en esta categoría: 50 puntos. Un triunfo hoy en el Rodríguez López ante el Castellón dejaría resuelto el primer objetivo de la temporada, remoto desafío hace unos meses, cuando la situación del equipo estaba seriamente comprometida. Ahora, llegar a esa meta tan cercana es solo una cuestión de tiempo. Más allá, hay otro retos, que están relacionados con avanzar en la tabla para recibir mejores contraprestaciones económicas en una situación también delicada para las arcas del club.

El equipo de Ramis llega a esta cita, ante un rival revitalizado y muy necesitado de puntos, con una serie de bajas que ajustan más la profundidad de banquillo que la propia alineación. El técnico tarraconense puede disponer sobre el verde de un once de absolutas garantías, en el que falta por saber cómo será su elección para la zona de tres cuartos ofensivos de campo. Cabe la posibilidad de que Ramis apueste por jugadores más creativos por detrás de Fran Sol, como Vada y Shashoua juntos, o que elija solo a uno de ellos y prefiera acompañar al ariete de Alcorcón de otro punta, tal como hizo, sin ir más lejos, en Miranda el pasado miércoles. Esa posición de segundo delantero o de tercer centrocampista avanzado es la que le da algún cambio al juego del equipo, más directo o con mayor capacidad para juntarse en campo rival y manejar posesiones frente al área. El Tenerife ha alternado las dos variantes, incluso en el contexto de un mismo partido. La elección tiene que ver con el análisis de las debilidades de cada adversario, si se le hace más daño jugando al espacio en largo, o de una manera más artesanal.

En las otras zonas del campo hay menos dudas. Parece lógico apostar por la continuidad de los dos centrales considerados más titulares, Sipcic y Carlos Ruiz. Es seguro que Kakabadze va a jugar en el lateral izquierdo en ausencia de los dos jugadores específicos de esa posición (Álex Muñoz y Pomares). En el doble pivote, aunque sigue de baja Ramón Folch, a Aitor Sanz no le faltan buenos acompañantes para que Ramis elija, aunque el que más opciones parece tener es Javi Alonso, que regresa por sanción y que en su última aparición en el Estadio hizo su mejor partido como jugador del primer equipo, con equilibrio y con jerarquía.

El Tenerife se ha ganado el derecho a ser un equipo fiable en casa. De los últimos 9 partidos de liga como local, ha ganado seis y ha cedido tres empates. La única derrota en 2021 como local fue en Copa del Rey, ante el Villarreal y en el último minuto de juego. En esos nueve encuentros, desde aquella derrota ante el Sabadell (3 de diciembre de 2020) ha marcado 14 goles y ha encajado 3. Con muy pocos momentos de buen fútbol, a veces rayando en una estética de bajísima calidad, pero ha ido ganando partidos y ha conseguido colocarse lejos del peligro que fue evidente a mitad de campaña. Parece normal pensar que el de esta tarde, ante un buen Castellón, pueda ser uno más de esta serie de partidos, pero con el sello de certificación del objetivo.