La extraña anulación de un gol marcado por Aitor Sanz en el último minuto de la primera parte, privó al Tenerife de un triunfo en Anduva, donde se tuvo que conformar con otro empate a cero, como el del pasado domingo en Cartagena. El colegiado navarro Galech Apezteguí aplicó un criterio inédito para invalidar el tanto del centrocampista del Tenerife, que envió el balón a la red desde unos metros fuera del área, aprovechando que el portero rival, Raúl Lizoain, y uno de sus defensas, Vivian, estaban en el suelo después de chocar entre ellos en su intento de despejar. Galech Apezteguía le dio prioridad a la situación de los dos futbolistas que estaban caídos sobre el césped, y le quitó al Tenerife la posibilidad de validar un gol en el que ninguno de sus futbolistas cometió infracción. Fue la acción más destacada de la primera parte y del partido, y se produjo cuando el Tenerife, que había mandado sobre el campo imponiendo su presión alta en los primeros 20 minutos, ya no estaba inquietando. Como consecuencia de las protestas blanquiazules fueron expulsados los técnicos tinerfeñistas Luis Miguel Ramis y su ayudante José M. Gil.

Tras el descanso siguieron produciéndose los errores en las entregas de los locales como consecuencia de la presión del Tenerife, que se fue adueñando del juego de forma más acentuada cuando entraron en el campo Fran Sol y Shashoua, en lugar de Joselu (la sorpresa en la alineación) y Vada. Más tarde tuvieron su oportunidad Valera y Shaq Moore. El equipo blanquiazul pisó el área y Sol lo intentó, forzando varios córners, mientras que los burgaleses, que solo tuvieron sensación de marcar con un disparo deGerardo rechazado por Dani Hernández en el 86, parecieron ya conformarse con el empate, insuficiente para ambos si se relaciona con aspiraciones mayores.