El Tenerife y Las Palmas firmaron las tablas en un derbi igualado, con distintas tendencias marcadas a partir del gol de cada equipo. Los blanquiazules se adelantaron pronto, a los 9 minutos, y manejaron con comodidad el partido desde entonces hasta que, cerca del intermedio (40'), Las Palmas encontró su gol y con el mismo logró cambiar la dinámica del juego, que en la segunda mitad fue más abierto, con opciones claras para ambos de inclinar el resultado a su favor.
El arranque de partido fue muy prometedor para el equipo blanquiazul, que halló el gol la primera vez que pisó el área. Una combinación en corto en el sector derecho del ataque la culminó Ramón Folch con un centro medido al área, allí apareció Valentín Vada que controló con el interior del pie derecho y alojó la pelota en el marco por el palo largo. La ventaja asentó al equipo de Ramis, con su bloque cerrado (4-4-2), negando todos los espacios a Las Palmas, que por su parte insistió en el fútbol combinativo, pero no encontró por donde entrar entre el sólido armazón defensivo local. Los blanquiazules salieron copn pases en largo, de acuerdo a su estilo, y dispusieron de media docena de presencias en el área visitante, aunque su ocasión más clara la generaron a la salida de un córner (27'), cuando Ramón Folch taconeó en el primer palo un balón al que no llegó por poco Sipcic para empujarlo a la red. Cuando más controlado estaba el partido para el Tenerife, una acción a balón parado, de frente al área, lo lanzó Pejiño, respondió de cabeza Sipcic, la pelota le cayó a Sergio Ruiz, que enganchó un remate potente, rechazado a duras penas por Fran Sol y resuelto otra vez por el propio Sergio Ruiz con un tiro a la escuadra, aprovechando que toda la defensa local se hundió demasiado en el área pequeña. El empate le quitó el tapón al derbi.
En la seguda parte, el Tenerife fue arriba con el bloque en busca de una nueva ventaja, perdió rigor, se abrió y Las Palmas, que ganó mucha confianza con el empate, disfrutó de campo para correr con el balón. Fue una segunda mitad abierta, de alternativas, en la que la sensación fue que Las Palmas disfrutaba ahora de los espacios para la transición que habían sido del Tenerife antes del tanto del empate. Los técnicos tiraron de señas afectivas para tratar de alterar el equilibrio, entraron Suso y Óscar Clemente, luego Maikel Mesa. Camino del empate final, primero Fran Sol, con un gran cabezazo que salió cerca de un poste (75'), tras un servicio de Suso, y más tarde Clemente, solo ante Dani Hernández (84'), tuvieron muy cerca el gol de un triunfo que, en realidad, no hubiera sido tan justo como lo es este empate.