El más veterano de los integrantes de la lista de jugadores del Tenerife apercibidos de sanción, por la acumulación de cinco tarjetas amarillas, es Shaq Moore. De los ocho, es el que lleva más tiempo en esa situación. Nada más y nada menos que siete partidos seguidos, los seis últimos jugados de principio a fin. 680 minutos resistiendo ante el riesgo de tener que parar por un arresto federativo.

El lateral estadounidense recibió la cuarta cartulina amarilla de la temporada el 10 de enero. Iglesias Villanueva se la mostró en el encuentro ante el Cartagena, en el Heliodoro, por darle un pisotón a un adversario. A partir de ahí mantuvo su condición de titular fijo en siete encuentros más saliendo del campo con el expediente en blanco, sin aparecer en el apartado de amonestaciones de las actas. Shaq ya fue titular en la visita al Anxo Carro con la amenaza de la sanción. Y repitió en los partidos con el Fuenlabrada, Rayo Vallecano, Ponferradina, Leganés, Alcorcón y, por último, Real Zaragoza.

Moore puede presumir de ser un defensa limpio. Después de 27 partidos como titular –22 completos– y solo uno como suplente en la Liga 2020/21, solo se ha apuntado cuatro amarillas. Las dos primeras llegaron en el tramo inicial del curso, y muy seguidas. Iglesias Villanueva le castigó en el triunfo en casa ante el Rayo por golpear con el brazo a un jugador rival y Arcediano Monescillo lo hizo en la siguiente jornada (Sporting) por realizar una entrada en forma de plancha. Luego, en el último duelo dirigido por Fran Fernández, Sagués Oscoz tuvo en cuenta su derribo a un futbolista del Logroñés. Ocho jornadas más tarde, ya con Ramis en el banquillo blanquiazul, subió a cuatro tarjetas.

El ejemplo de Shaq es especial por muchos motivos. Es el único que ha jugado los 28 encuentros de Liga y también el único que ha superado los dos mil minutos. Ya va por 2.438. Y resistiendo.