Con solo 72 minutos repartidos en tres partidos, Valera ya cuenta con dos goles, el de su debut en el triunfo ante la Ponferradina (1-0) y el del pasado domingo para cerrar la victoria frente al Alcorcón (3-1). En los últimos años hay pocos casos como el suyo.

Desde que Juan Antonio Pizzi dio señales a su llegada al Tenerife, en 1991, de que iba a convertirse en uno de los goleadores más destacados de su historia, ningún blanquiazul había aprovechado tan bien el tiempo como Germán Valera siendo debutante, al menos en lo que a tantos anotados se refiere. Si el Bota de Oro de la campaña 95/96 sorprendió aportando sus dos primeras dianas con 53 minutos en el campo, contando Liga y Copa del Rey, el extremo cedido en el pasado mercado de invierno ha necesitado 19 más para igualar esa producción ofensiva.

Valera ha participado en tres encuentros con el Tenerife; en realidad, en tres ratos. El 13 de febrero fue decisivo para desatascar un 0-0 con la Ponferradina que parecía inalterable. Germán sustituyó a Bermejo en el minuto 62 y, sin completar un cuarto de hora en el césped, logró batir a José Antonio Caro para dejar los tres puntos en el Heliodoro. Fue el estreno soñado para el joven murciano.

En la siguiente fecha repitió como suplente interviniendo en los últimos 16 minutos del enfrentamiento con el Leganés. Esa vez su actuación no fue tan influyente, todo lo contrario que en el reciente triunfo ante el Alcorcón. Germán partió como reserva y supo aprovechar su media hora en el campo para reactivar al Tenerife. Con el rival volcado en el área en la búsqueda de el empate, Valera culminó en solitario un contragolpe para dictar sentencia: 3-1. Con 72 minutos de recorrido en la competición, siendo debutante en el club y también en la categoría, ya ha firmado un par de tantos.

Lejos de ser considerado un goleador, Germán está sobresaliendo como blanquiazul en una faceta que tampoco es desconocida para él. De hecho, en 25 encuentros jugados en Segunda B con el filial del Atlético de Madrid, llegó a marcar seis goles, pero nunca con tanta frecuencia como en su recién iniciada etapa en el Tenerife.

Para encontrar un registro que supere al de Valera hay que remontarse a la temporada 1991/92. En su tercer curso consecutivo en Primera División, dentro de su ciclo más exitoso, el club se hizo con los servicios de un delantero argentino sin experiencia en Europa llamado Juan Antonio Pizzi. Le costó abrir su cuenta en la Liga –lo hizo al sexto partido, en Oviedo–, pero no dejó pasar la oportunidad de afinar su puntería en la Copa del Rey. Tras estrenarse en Primera como blanquiazul en una visita al Deportivo, con 15 minutos sin ver portería, Pizzi hizo un doblete en la eliminatoria copera con el Cala Millor (1-5). Así, después de 53 minutos ya sumaba dos tantos. Fueron los dos primeros de un total de 89 en cuatro temporadas.

En las campañas posteriores, además de Valera, entraron en el club pisando fuerte jugadores como Aridane Santana o Daniel Kome. Sin rebasar los 100 minutos compitiendo en el equipo, lograron subir dos goles a sus estadísticas. El grancanario no tardó en demostrar su oficio como especialista del área al ser fichado en el mercado de enero de 2012. Tras ese aperitivo de media Liga, se convirtió en el referente del equipo que regresó a Segunda División de la mano de Cervera (27 goles). Por su parte, Kome, recordado por haber sido el autor del tanto que certificó el salto a Primera del Tenerife en la temporada 08/09, inauguró pronto su cuenta marcando en los campos del Éibar y del Elche.

También fue llamativo del debut de uno de los integrantes de la actual plantilla, Joselu Moreno. Aunque en la Liga 19/20 no pasó de los dos goles, en la Copa mejoró sus números batiendo a los porteros del Valladolid (1) y del Athletic (2) siendo un recién llegado en la ventana de invierno de 2020.

La lista de goleadores tempraneros de los últimos años incluye un espacio para Juan Francisco Martínez Modesto. La sobresaliente trayectoria de cuatro campañas de Nino en el club (se despidió con 79 goles) arrancó con dos tantos en apenas 127 minutos. El Sevilla Atlético y el Cádiz sufrieron su pegada en las fechas inaugurales de la Liga 2007/08.

Con un tiempo similar se movieron exblanquiazules como Antony Lozano (goles en el comienzo al Nástic y al Huesca en la 2015/16) y Jorge Perona (al Vecindario y al Sporting B en la 11/12). Otros que no dejaron tanta huella en el club también supieron sacar partido a sus inicios, como Mikel Arruabarrena (2007/08) o Juanjo Expósito (2013/14). Un poco de todo para goleadores de alta frecuencia, como Germán Valera.

“Con espacios somos mortales”

Después de un mes como jugador del Tenerife, Germán Valera asegura que se siente “feliz” por haber dado el paso de salir del Atlético de Madrid, cedido, para unirse a la plantilla blanquiazul. Entre otras cosas, ya va sintiendo el reconocimiento del tinerfeñismo. En eso, Germán ha puesto mucho de su parte con su aportación goleadora. “Cuando llegas a un sitio nuevo y ves que te acogen tan bien, estás más cómodo a la hora de jugar, y quieres que tus alegrías también sean las de la gente”, comentó ayer el murciano en los medios de comunicación del club. Germán se mostró “feliz” por ayudar al Tenerife a lograr triunfos, y confesó que sus goles le han servido para “coger más confianza” y sentirse “cada vez mejor” en un equipo en el que ha encajado a la perfección, aunque todavía no haya tenido la oportunidad de ser titular. Su velocidad está siendo un elemento necesario. “Nos sentimos cómodos defendiendo, y cuando nos dejan espacios, somos mortales. Si nos dejan huecos, los sabemos aprovechar”, afirmó.