Valentín Vada (Argentina, 6-3-1996) siente que va “creciendo paso a paso” después de un comienzo de campaña irregular, como el del CD Tenerife. “Voy demostrando la clase de jugador que soy y que no vine para estar seis meses y marcharme”, asegura el mediapunta cedido por la UD Almería. “Podemos hacer un gran final de temporada”.

Publicó en su cuenta de Twitter después de la derrota del pasado domingo ante el Leganés en Butarque, que el Tenerife está “en el camino” a seguir. Se le ve identificado con la idea de juego de Luis Miguel Ramis.

Sin duda. Sabíamos a lo que íbamos y el partido que nos íbamos a encontrar. El Leganés es un equipo muy trabajado y el cambio de entrenador le vino muy bien. Teníamos claro que iba a ser un encuentro muy cerrado y que se iba a decidir por el menor error, y es lo que sucedió. El 0-0 habría sido lo más justo. Ni ellos ni nosotros tuvimos ocasiones claras. Nos fuimos tristes porque no merecimos quedarnos sin sumar. Pero sabemos el camino que tenemos que seguir y lo que quiere el míster, sin lugar a dudas.

¿Ese modelo es el más práctico para ser competitivos?

Pero el míster no quiere que seamos solo fuertes en defensa. También en ataque. Quiere que nos hagamos con el balón y seamos cada vez más protagonistas. Hay partidos en los que lo hemos conseguido, por ejemplo, ante la Ponferradina. Luego, en Leganés tuvimos enfrente a un rival muy fuerte, de los mejores de la categoría, y ahí uno tiene que pensar primero en estar bien juntito y aprovechar al máximo las ocasiones. En definitiva, sabemos qué equipo tenemos y cuáles son nuestras virtudes, y el míster lo está entendiendo perfectamente. Insisto, no es cuestión de ser solo defensivos. El entrenador quiere que también seamos protagonistas con el balón, y el equipo va creciendo y demostrándolo.

¿Dónde estaría el margen de mejora? ¿Solo en ataque?

Uno siempre quiere que su equipo tenga la pelota, que se haga con el balón y cree situaciones. Pero hay que adaptarse a los partidos. Ese es el camino. Estamos compitiendo muy bien: a los rivales se les hace muy difícil marcarnos goles y generarnos situaciones. Eso es muy importante. Y cuando nosotros las creamos, las estamos sabiendo aprovechar. Hay que seguir de esta manera, trabajando, con humildad, paso a paso, sin que nadie hable de nosotros y sacando el mayor número posible de puntos.

Siendo un futbolista de talento y creativo, ¿le ha costado convertirse en el primer defensa?

Como dijo el míster al llegar, a lo mejor yo pensaba más en atacar que en defender, y uno primero tiene que ayudar al equipo. Los primeros que tenemos que defender somos los delanteros. En estos partidos se ha visto. Lo tengo muy claro. Estoy muy contento, con muchas ganas de demostrar cosas y espero que en los partidos que vengan se vea a un Valentín Vada con ilusión, garra y el deseo de continuar creciendo.

Comentó hace poco Ramis que ha aprendido a ser más vertical. ¿Cómo lo interpreta?

A ver, uno siempre intenta dar lo mejor. No hay que olvidar que llegué al equipo sin una pretemporada, porque estuve apartado en el Almería, y al principio no me encontraba a mí mismo. A lo mejor, físicamente tampoco estaba a tope. Todo eso me jugó una mala pasada. La verdad es que me dolió que se fuera el otro míster (Fran Fernández), pero con este (Ramis) estoy creciendo cada día. Desde que llegó he notado un crecimiento importantísimo, se está viendo poco a poco cada partido. Pero creo que este no es mi techo. Sé que puedo dar muchísimo más y ayudar mucho a mis compañeros. El míster lo ve también.

Se ha adaptado al puesto de interior, pero su mejor actuación, la del triunfo ante la Ponferradina en el Heliodoro, coincidió con su presencia en el puesto de mediapunta. ¿Ahí es donde se siente mejor?

Lo que quiere el futbolista es jugar. En la posición en la que me ponga el míster, voy a agachar la cabeza para intentar hacerlo lo mejor posible. Tengo la posibilidad de jugar en varios puestos de ataque y el míster me da la máxima libertad cuando tenemos el balón, y eso es lo que me interesa y lo que él busca; que los de arriba tengamos movilidad, que no estemos estáticos y que demos variantes.

¿Pero qué puesto prefiere?

Vengo de varios partidos en los que se me ve creciendo poco a poco. Realmente estoy teniendo unas sensaciones muy buenas y se está viendo al Vada de la temporada pasada en el Almería, donde me sentí protagonista, quería el balón, quería hacer jugar a mis compañeros.... Así soy yo. Son un futbolista creativo que trata de hacer jugar a los compañeros, al que le gusta llegar al gol.... Si bien no he podido marcar todavía y no se me está dando, creo que el gol va a venir. Estoy contento porque voy creciendo paso a paso, estoy aportando al equipo y tengo la confianza del míster, que es importante.

¿Cómo lo pasó en octubre o en noviembre, cuando no le estaban saliendo bien las cosas?

Uno lo pasa mal. Teniendo redes sociales, uno ve la opinión de la gente y se da cuenta de que recibe insultos, que no le apoyan... A uno le pega. Soy muy allegado a la gente, me gusta estar en contacto y se me hizo difícil esa situación. Pero he intentado enfocarme en el trabajo con mucha humildad y mirando siempre adelante, sabiendo que era un desafío lindo demostrarle a esa gente que me estaba insultando, diciéndome cosas u opinando mal de mí, que podía cambiar la situación. Me fijé ese objetivo y no es que lo haya cumplido, pero poco a poco voy mostrando la clase de jugador que soy y que no vine para estar seis meses y marcharme. Llegué con una ilusión máxima por este proyecto y creo a muerte en él. Pienso que podemos hacer un gran final de temporada.

¿A qué les da tiempo con 16 jornadas por delante?

Te voy a decir que hay tiempo para ganar los tres puntos del domingo ante el Alcorcón. Es en lo que me centro. No vemos más allá. Es un rival que viene de hacer un gran partido en La Romareda, de ganar al Zaragoza. Sabemos que será un rival complicado. Nuestra cabeza funciona en torno al Alcorcón. Queremos ganar.

En mercado de enero se habló de su posible cambio de equipo. ¿Qué hubo de cierto?

Mi mente siempre estuvo enfocada en el día a día, en trabajar para tener oportunidades, en quedarme y en demostrar. Nunca tuve en mi cabeza la opción de salir. A lo mejor pude haberlo hecho, pero nunca fue mi intención estar en un equipo seis meses para pasar a otro durante seis meses más. Cuando firmo en un club, mi idea es demostrar la clase de jugador que soy e intentar que la gente me aprecie no solo por la parte deportiva, sino también por la personal. A eso vine a Tenerife, y poco a poco lo voy consiguiendo. Y creo que esto va a ir a más en cada partido. Espero no pararme acá y darle alegrías al Tenerife en lo que queda de Liga.

Entonces, ¿el Tenerife no le propuso salir en enero?

Fueron rumores que creó la prensa. Siempre le dije a Juan Carlos (Cordero) que tenía mi cabeza acá, que quería demostrar cosas. Es lo que siempre traté de hacer: calladito, trabajando con humildad... A partir de ahí llegó el míster, me dio una oportunidad y la supe aprovechar. Con su confianza he ido a más, no solo en los partidos sino también en los entrenamientos, que son la base.

Por lo que comenta, no es que Juan Carlos Cordero le aconsejara o le pidiera desvincularse del Tenerife.

No. Es algo que salió en la prensa, que podía ser uno de los jugadores que iban a salir. Pero mi cabeza siempre estuvo en el Tenerife y en hacer las cosas bien acá.

Cuando termine la temporada sí tendrá que regresar a un Almería que incluso podría estar en Primera División.

Me quedan tres años más de contrato. Y les deseo lo mejor. Sé el proyecto que tienen y espero que puedan subir. La temporada pasada ya estuvimos cerca. Cuentan con una gran plantilla y creo que pueden ascender a Primera.

Sabiendo que pertenece al Almería, ¿vería bien la alternativa de repetir en el Tenerife?

Estamos hablando de dos clubes históricos, sobre todo el Tenerife. Pero voy día a día, haciendo las cosas lo mejor posible en cada partido, y luego ya se verá qué pasa en junio. La verdad es que no tengo la mente en ese final, sino en el presente, en hacer grandes cosas con el Tenerife. No puedo decir nada más, no pienso en eso.

¿Cómo le sentó la decisión del Almería de cederlo?

Se dieron cosas que no fueron tan claras, pero uno acepta siempre las decisiones. No soy muy rencoroso, le deseo lo mejor al Almería. Tengo varios compañeros y una buena relación con el presidente y el director deportivo. Me fui en buenos términos. No esperaba esa decisión, pero uno tiene que estar preparado para todo. Es lo que tocó y estoy muy contento por haber elegido al Tenerife.

¿Tuvo otras opciones?

Cuando me llamó el técnico en ese momento (Fran Fernández) o noté la insistencia de Cordero, no lo dudé. Quería venir y seguir demostrando mi nivel. Creo que la temporada pasada pude competir muy bien y es lo que espero hacer en lo que queda de campeonato con el Tenerife. Vine sabiendo que era un club grande y que tenía un buen proyecto. Tenía claro que quería seguir creciendo y que este era el club ideal para hacerlo.

¿Lo que se ha encontrado en este club es lo que imaginaba?

Desde que llegué me he sentido como en casa. Los compañeros, el staff, la gente que rodea al club y que trabaja dentro me han recibido y me han acogido de la mejor manera. No me puedo sentir mejor. Creo que es un gran club. Se nota cuando uno juega acá. De eso no hay duda. Espero volver a verlo en Primera. No es de Segunda.

¿Tenía referencias, por ejemplo, de la tradición los futbolistas argentinos en el Tenerife?

Sí. Me han hablado mucho del paso de argentinos por el Tenerife. Espero dejar una mínima huella, que las cosas salgan bien de acá al final de la temporada y que se acuerden de un Valentín Vada que lo dio todo por la camiseta y que, sobre todo, es buena gente.

Hábleme de sus inicios. De repente, un niño de Santa Fe, de San Jorge, se ve viajando a Francia porque jugaba bien.

A los 9 años empecé a viajar a Burdeos. En Córdoba (Argentina) estaba el Proyecto Crecer, que es como un filial del Girondins. La gente de ese club me iba a ver a Argentina y desde muy chico empecé a viajar tres o cuatro veces al año. Pero también estuve con el Real Madrid y el Chelsea, que me quisieron fichar. Al final decidí firmar con el Girondins pensando que era la mejor opción, porque uno veía las canteras del Real Madrid y del Chelsea y pensaba que, a lo mejor, ahí iba a ser más difícil destacar. El Girondins es un club espectacular. Pasé muy buenas temporadas, pero también momentos duros, porque cuando llegué a Francia con mi familia ya para vivir allá, teniendo 14 años, estuve dos temporadas casi sin jugar porque (la FIFA) no me daban al transfer (por tratarse de la transferencia internacional de un jugador menor de edad). Ahí pensé que me podía convenir volver a Argentina. De hecho, los clubes de mi país empezaron a llamarme. Pero el Girondins no quería cederme, porque si las cosas me salían bien en Argentina, los clubes grandes no me iban a dejar salir con tanta facilidad. Decidí quedarme y aguantar y, por suerte, a los 17 años me dieron el transfer para poder jugar partidos oficiales. Así fui subiendo desde el sub’17 hasta que pude debutar con el primer equipo en un partido de la Liga Europa (con el Rubin Kazan en diciembre de 2015). El Girondins ya no se jugaba nada. Estaba Willly Sagnol de técnico. Me había bajado al segundo equipo en la pretemporada y me lo había tomado muy mal, pero luego me llamó y me dijo que me tocaba demostrar. Por suerte, ese día pude dar una asistencia y completar un buen partido. A partir de ahí empezó a darme más confianza y pude dar el salto y hacer buenas campañas en el Girondins.

¿Qué pasó en las pruebas con el Real Madrid y el Chelsea?

Incluso jugué partidos amistosos con los dos equipos. Pero lo que quería en ese momento la filial que había en Argentina era tener la misma relación con el Real Madrid o con el Chelsea que con el Girondins, y no lo aceptaron. Solo querían tener al jugador. Igualmente, por todo lo que le habían dado a mi familia, siempre tuve claro que quería ir a Francia.

Durante esa batalla legal con la FIFA llegó a acudir personalmente a la sede del Tribunal de Arbitraje Deportivo en Suiza.

Sí. Fui varias veces en aviones privados con el presidente del club, otros dirigentes, con los abogados... Unas cinco veces. Les explicábamos que mi familia había decidido ir a Francia porque Argentina estaba muy mal, pero al ver que yo había llegado por medio del filial que hay (en Córdoba), no se lo creyeron. Pero me terminaron dando el transfer por tener la nacionalidad italiana.

¿Cuál es mejor recuerdo que guarda de su etapa en Francia?

Muchos. Por ejemplo, pude jugar partidos de la Liga Europa. Fue algo muy especial. Guardo muy buenos recuerdos del Girondins. En el Saint-Étienne estuve solo seis meses, pero también nos clasificamos para la Liga Europa. La celebración con la gente fue un momento muy lindo para todos. Tienen una hinchada espectacular, de las mejores de Francia. Salí muy contento. La gente me recibió y me despidió muy bien. Querían que me quedara. Son cosas que hacen que uno se sienta lleno. Así espero irme del Tenerife.

Esa etapa en Francia terminó con un traspaso. Ahí supongo que no pudo decidir nada.

Cuando me empezó a llamar el Almería, no lo tuve tan en cuenta porque había recibido ofertas de clubes de Francia, de equipos que suelen estar en la mitad de la tabla. Pero me llamó el jeque (Turki Al-Sheikh), me pintó el proyecto que tenía y no lo dudé. Decidí lanzarme y firmar con el Almería. Lo que quería era jugar y seguir creciendo. Espero cumplir el objetivo de jugar en Primera División. La temporada pasada estuvimos cerca y espero que ahora lo puedan conseguir, porque en ese club hay un proyecto muy grande.