El CD_Tenerife vuelve a un estadio que no pisa desde marzo de 2016 y que forma parte de episodios destacados de la historia del club. Sobre todo, fue el escenario de su tercer ascenso a la máxima categoría, en 2001, pero también fue donde se originó el caso Jordi o donde Javi Lara provocó la primera derrota del Leganés en casa en la Liga 15/16.

El Tenerife tardó décadas en competir en Butarque. Hasta la temporada 1999/2000 no coincidió con su anfitrión, el Leganés, en una misma competición, la Segunda División A. De entrada, ese campo dejó huella en la historia del club.

El estreno se produjo en la mañana del 12 de diciembre de 1999. Cuando terminó el encuentro, con un contundente triunfo a favor del equipo entrenado por Castro Santos (0-4) y una actuación destacada de Barata, autor de tres goles –el otro fue obra de Mista–, nadie imaginó que se iba a seguir hablando de ese partido durante meses, y no por una cuestión deportiva, sino por la participación del jugador tinerfeño Jordi Ocaña. Su presencia en el campo dio pie al Leganés a una reclamación por alineación indebida, ya que el futbolista había tenido minutos con una licencia no profesional a pesar de tener más de 23 años. Inicialmente, el Tenerife se quedó sin los puntos por la decisión del Comité de Competición de respaldar la queja del club madrileño. Luego, el de Apelación mantuvo el castigo. Pero el club presidido en ese entonces por Javier Pérez no se rindió y llevó el asunto al Comité Español de Disciplina Deportiva, que terminó dando un giro al famoso caso Jordi para devolverle el 0-4 a un Tenerife al que ese empujón no le sirvió para llegar al final con opciones de ascender.

Ese objetivo sí lo logró en la Liga posterior, y lo alcanzó precisamente en Butarque, en la última jornada de esa temporada. El 17 de junio de 2001, Hugo Morales coló el balón en la portería defendida por Raúl Arribas con un lejano lanzamiento de falta directa, cuando el partido entraba en el último cuarto de hora. Ese 0-1 fue suficiente para que los blanquiazules subieran como terceros, acompañando a Sevilla y Real Betis –no se aplicaba el formato de playoff– empatados a 74 puntos con un Atlético que se vio obligado a seguir otro año en el infierno antes de volver a la máxima categoría.

Aquel Tenerife, entrenado por Rafael Benítez, enlazó su segundo triunfo en Butarque con una alineación formada por Julio Iglesias, Curro Torres, Lussenhoff, Pablo Paz, Basavilbaso, Martí, Antonio Hidalgo, Dani, Luis García, Mista y Bruno Marioni, y con la participación como reservas de Simutenkov, Álex Castro y el autor del inolvidable gol, Hugo Morales.

A partir de ahí, al equipo insular no le fueron las cosas tan bien en Butarque. Retornó un par de veces en Segunda A para firmar sendos empates en 2002 y 2004; se reencontró con el Leganés en Segunda B en 2012, de nuevo sin victorias; y encadenó dos derrotas en Segunda A y la Copa del Rey en 2014 y 2015. Hasta que, al fin, terminó esta mala racha. El 0-1 del 13 de marzo de 2016 rompió muchos pronósticos. El Leganés, lanzado hacia su primer ascenso al principal escalón del fútbol nacional de la mano de Garitano, llegó a enlazar catorce partidos de Liga como local sin perder, todos los posibles hasta ese momento. Pero no pudo con un Tenerife en alza tras la llegada al banquillo de Martí. Un gol de falta de Javi Lara puso fin a la imbatibilidad del Leganés en casa y, además, impidió que los madrileños lograran, como quieren ahora, encadenar cinco victorias.