El Tenerife de Luis Miguel Ramis presenta números de equipo de promoción. O sea, desde que el club cambió de entrenador después de las trece primeras jornadas de Liga, el balance de puntos ha sido de 17 sobre 33. Se trata de la cuarta mejor puntuación en ese tramo del calendario. Pero lo cierto es que en la clasificación general, los blanquiazules ocupan el decimocuarto lugar. Se encuentran a diez puntos del sexto –la puerta del playoff– y cuentan con un margen de seis sobre el decimonoveno –la del descenso–. Con 18 partidos todavía por delante, y sus 54 puntos en juego, ¿qué rumbo se supone que seguirán? ¿Están condenados a moverse en las medianías?

Tratándose de un juego, de un deporte, los pronósticos no garantizan nada, pero normalmente los números sí dan pautas más o menos fiables. Para empezar, si se plantea el enfoque más optimista, el de optar a entrar en la zona de promoción, los antecedentes no dan ninguna posibilidad. Ni una. De hecho, desde que se instauró el actual sistema de ascensos a Primera División en la temporada 2010/2011, con dos plazas directas y una tercera pendiente de la disputa del playoff entre los clubes situados entre los puestos tercero y sexto, ningún equipo ha remontado más de 8 puntos a estas alturas del calendario para acceder a las eliminatorias siendo sexto, como mínimo. Salvo en la temporada 2014/2015, en todas se produjo al menos un cambio de ocupante en las seis primeras posiciones comparando las jornadas vigésima cuarta y la final. Entre los que consiguieron colarse, los que tuvieron que compensar mayores desventajas de puntos (8) fueron el Girona y el Real Zaragoza en las Ligas 2015/2016 y 2017/2018, respectivamente. Luego, el Alcorcón remontó una diferencia de siete en la 2011/2012 y el Huesca, una de seis en la 2016/2017. Las demás fueron escaladas menores, de cuatro puntos como mucho (Real Murcia, 2013/2014) o del valor de un triunfo o un empate.

Visto desde otro ángulo, se extrae la lectura de que el 75 por ciento de los equipos que se encontraban entre los seis primeros puestos de la clasificación en la jornada número 24, consiguieron mantenerse en la zona de ascenso directo o de promoción al final.

¿Y si se mira hacia abajo? El margen de 6 puntos que posee el Tenerife es tranquilizador, pero tampoco es definitivo. Hay clubes que incluso desperdiciaron márgenes del doble de puntos y acabaron descendiendo a Segunda División B. El ejemplo más cercano está en el Numancia de la Liga 2020/2021. En un momento del calendario como el actual, el conjunto soriano estaba cerrando el cuarteto de promoción –sexto–, sin agobios. Su única meta parecía clara. La posibilidad de pelear por subir no era irreal en febrero. En cambio, 18 partidos más tarde, pese a ganar al Tenerife en Los Pajaritos en la última fecha, sufrió la pérdida de la categoría. Este fue un caso casi único. El Sabadell experimentó una caída similar en 2012, pero se salvó por el descenso del Villarreal B, arrastrado por el del primer equipo de Primera a Segunda División A. En realidad, al igual que en la lucha por el ascenso, en la cola de la clasificación se dan pocos muy cambios estando la segunda vuelta ya iniciada, como ahora. Y los que se producen, son de equipos que manejan rentas cortas, de tres o cuatro puntos como mucho. El Alcoyano desperdició una de 6 en la Liga 11/12 y el Elche una de 5 en la 16/17. Pero lo normal es que un club que, como el Tenerife, tenga un colchón de dos victorias en la jornada vigésima cuarta, asegure la permanencia con relativa tranquilidad más pronto que tarde.

En definitiva, los números trazan una teórica trayectoria sin grandes emociones para el Tenerife en lo que queda de temporada: sin tiempo para entrar en las eliminatorias de ascenso y con distancia suficiente para no sufrir. Rumbo a las medianías.