Han pasado casi catorce meses desde la lesión de Borja Lasso. Sin volver a los terrenos de juego, pero con el buen sabor de boca de su renovación, ayer pasó por los canales oficiales del CD Tenerife y habló de sus sensaciones. De sus declaraciones sorprendió sobre todo el reconocimiento de que se había planteado colgar las botas. “Es cierto que he vivido momentos duros. Se alargaron los plazos, así que se me pasó por la cabeza dejarlo”, admitió antes de aclarar que ha visto “motivos para seguir luchando” por su retorno al fútbol en activo.

Agradecido por “todo el apoyo que me ha dado la afición”, el andaluz siente una mezcla de “alegría y tranquilidad” después de confirmar su continuidad como blanquiazul la próxima temporada. “Tengo una responsabilidad por devolver esa confianza al club y a la afición. Soy un currante, me encanta mi profesión y vivo para ella”, aseguró fijando como compromiso un retorno en el que le gustaría vivir “una temporada completa” como jugador del Tenerife.

Llegado en el mercado de invierno de la 18/19, jugó apenas cinco meses de esa campaña y solo hasta diciembre en la siguiente. Luego llegó la lesión. “En ese momento, no pensé que fuese tan grave. Después, una vez sabes los resultados, sabes que toca operarse e iniciar una larga recuperación. Fue mala suerte y un golpe evitable”, rememora Lasso sobre aquella durísima entrada de Miakushko en un Tenerife-Alcorcón. Desde entonces, ha vivido un proceso lento. Más de lo previsto. “Al 2020 le había pedido volver a jugar”, expresa deseando que no pase de este 2021.

Por su cabeza pasa el deseo de ayudar a sus compañeros, que ahora han cogido “una buena racha de puntos”. A su juicio, “el equipo ha dado un paso adelante, traduciéndose en puntos”. Pero no se puede mirar más allá de conseguir los 50 que aseguran la permanencia. “Sería un error”, advierte un Borja Lasso que anhela calzarse las botas de nuevo y ver las gradas del Heliodoro “con público”. Sabe que esta “situación extraña que ha tocado vivir” pasará. Y entonces tocará disfrutar de nuevo “todos juntos”, como la afición del Tenerife merece.