Guerrero, el problema añadido

Miguel Ángel Guerrero se vuelve a cruzar en el camino del Tenerife. En su día, hace casi una década, le tomó tan bien la medida, que fue capaz de marcarle cinco goles en cuatro partidos. A partir de ahí no hubo más. Se enfrentó a los blanquiazules en otros cuatro encuentros, pero no tuvo la misma puntería. Ahora se convierte en un problema añadido para los de José Luis Ramis. Después de una segunda experiencia fuera de España –también probó suerte en el Olympiakos–, de media campaña en el Nottingham Forest de la Championship League inglesa, el delantero toledano ha regresado a España como refuerzo de invierno del Rayo Vallecano. Mañana podría estrenarse ante un adversario que no se le ha dado mal.

La etapa más productiva de Guerrero en sus duelos con el Tenerife coincidió con las dos últimas temporadas del representativo en Segunda División B, la 2011/12 y la posterior. En ambas, los insulares tuvieron como rival a un Sporting B en el que destacó Miguel Ángel como goleador. Precisamente, este atacante abrió su cuenta en la categoría de bronce el 28 de agosto de 2011. Ese día, un Tenerife entrenado por Antonio Calderón se impuso al filial gijonés en El Molinón por 1-3. Guerrero aportó el único tanto local, insuficiente frente a la pegada de Kitoko, Perona y Ferrán Tacón. En ese mismo curso, el ahora futbolista del Rayo se tomó su particular venganza con un doblete en el Heliodoro Rodríguez López, de nuevo batiendo a Sergio Aragoneses. El Sporting B venció por 2-3 en el que fue el último encuentro de Calderón como técnico de la escuadra isleña. La fértil relación de Guerrero con el Tenerife tuvo continuidad en la siguiente campaña. Sin cambiar de equipo, le amargó un par de mañanas al conjunto que logró el ascenso a Segunda División A de la mano de Álvaro Cervera. En la Ciudad Deportiva de Mareo, el 25 de noviembre de 2012, Miguel Ángel deshizo un empate a dos goles en el penúltimo minuto del partido y, de paso, le endosó la primera derrota en Liga a los blanquiazules. De los cuatro tantos firmados ante el Tenerife, pasó a cinco en la visita del Sporting B al Heliodoro de abril de 2013. De nuevo superó a Sergio Aragoneses, como en las demás ocasiones, esta vez para darle un punto a su equipo (1-1).

Guerrero no acaparó tanto protagonismo en los posteriores intentos. Tuvo como oponente al Tenerife cuatro veces más, en Segunda División A y después de subir al primer equipo del Sporting. Aunque nunca salió del campo derrotado –el último partido, el 24 de mayo de 2015–, no llegó a anotar. Su vuelta a LaLiga, al Rayo para ser exactos, se produce “en el momento perfecto” en su carrera, tal como admitió un futbolista que cumplió un año de su formación en el juvenil A vallecano y que también pasó por Albacete y Leganés. “Tengo mucha ilusión y vengo a arrimar el hombro y a ayudar a los compañeros”, comentó Guerrero, dispuesto a aprovechar el cruce con su rival favorito.